En el país “de las libertades” que sólo existe en el discurso o que sólo aplica a los grupos afines al gobierno, una de las frases más recurridas por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido la de “prohibido prohibir”, dicho que hoy se contradice con la prohibición anunciada por el titular del Ejecutivo de usar y comercializar vapeadores y cigarros electrónicos a través de un decreto firmado por el tabasqueño.
A lo largo de sus 3 años y medio de gobierno, AMLO ha utilizado al menos durante 8 conferencias mañaneras la locución “prohibido prohibir” como una expresión para justificar su desprecio al uso del cubrebocas, o cuando ha querido atacar a medios de comunicación críticos e incluso cuando se refirió al derecho que tenían las personas de expresar su apoyo a favor de Rusia en su conflicto bélico contra Ucrania.
De acuerdo con las más recientes referencias, el mandatario tomó dicha frase como “un grito de guerra” justo a partir de las recomendaciones hechas por autoridades sanitarias internacionales para utilizar el cubrebocas, esto al inició de la pandemia por el COVID-19.
En las mañaneras del 30 de enero del 2020, del 4 de diciembre del 2020, del 30 de abril del 2021, del 30 de noviembre del 2021 y del 8 de marzo del 2022, Andrés Manuel López Obrador tomó el enunciado de “prohibido prohibir” para referirse específicamente al uso de cubrebocas, luego de ser criticado públicamente no sólo por no utilizarlo, sino por promover su supuesta falta de eficacia para reducir contagios.
En la mañanera del 26 de agosto del 2021 también “prohibió prohibir” la asistencia de las personas a conciertos y eventos masivos. Ello pese a que en esos momentos se vivía uno de los momentos más álgidos de la pandemia por el virus SARS-COV-2.
Más recientemente, el 1 de marzo del 2022, el mandatario recurrió una vez más a dicha interlocución para criticar la “censura mediática” contra Rusia a partir de que su presidente Vladimir Putin decidió arbitrariamente invadir suelo ucraniano para dar inicio con ello a una guerra que hoy en día ya ha cobrado la vida de más de 4 mil civiles, esto sin contar con las bajas en las filas castrenses de ambos países.
Pues hoy, este mismo personaje que sistemáticamente ha sido enfático en que en México está “prohibido prohibir”, decidió mediante un decreto, catalogado en redes sociales como “unilateral” y “arbitrario”, prohibir la comercialización y el uso de vapeadores y cigarros electrónicos bajo el argumento de que “dañan la salud”, aunque autoridades de salud internacionales han explicado que los riesgos son 95 por ciento menores al consumo de cigarrillos convencionales.
En la conferencia mañanera de este martes dijo; “Es mentira que los nuevos productos, los vapeadores, son una alternativa al cigarro. (…) Hay una propaganda que indica que lo que hace daño es quemar el tabaco, el humo, pero eso es falso. También los vapores son dañinos para la salud”.
Explicó que los vapeadores actúan calentando un cartucho de líquido que contiene nicotina y otras toxinas en aerosol. Los usuarios inhalan el vapor resultante imitando el consumo de cigarros convencionales.
México ya había prohibido en octubre pasado la importación y exportación de los vapeadores, cigarros electrónicos y sus cartuchos, pero las empresas han seguido comercializando los productos que tenían en reserva, dijo durante la presentación del decreto el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
Esta nueva medida, presentada cuando se conmemora el Día mundial sin tabaco, prohíbe “también la circulación y comercialización de estos nuevos productos”, detalló el funcionario.
En el Congreso de la Unión se anticipa además la discusión de una iniciativa para ampliar los sitios donde está prohibido fumar, para incluir playas, estadios y centros de espectáculos al aire libre.
La medida anunciada por el titular de Ejecutivo desencadenó severas críticas en redes sociales, no sólo a favor de los derechos de las personas a elegir, sino advirtiendo que el decretó tendrá efectos colaterales, como lo explica el experto en seguridad nacional Alejandro Hope, en su cuenta de twitter: “AMLO firmará un decreto para crear un nuevo mercado negro y dar ganancias extraordinarias a personas dispuestas a violar la ley”.
El usuario Princi (@Prvnsi) posteó: “Cambie su vapeador por un churro de mota. Uno es libre desarrollo de la personalidad, el otro veneno puro. Perlas del fascismo sanitario”.
Mercado Negro
No es la primera vez que el gobierno de López Obrador toma medidas en este sentido. Primero, vetó la importación de estos dispositivos, una medida que Suprema Corte de Justicia de la Nación revirtió unas semanas después.
Después, otras instituciones se sumaron la batalla. Hace algunas semanas, el Senado aprobó la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación, con lo que estos productos quedaron nuevamente prohibidos a su importación legal, ya que actualmente ni vapeadores ni calentadores se producen en el país. Hoy, finalmente, el presidente ha prohibido su venta legal.
La decisión se ha adoptado también después de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) declarara una alerta sanitaria máxima por los riesgos para la salud que representan todas las modalidades de productos alternativos al tabaco. Adicionalmente, la Secretaría de Gobernación y entidades locales han emprendido varias campañas para localizar y decomisar estos dispositivos en al menos una decena de Estados.
Estas alertas y ahora las medidas adoptadas han alentado un debate sobre los riesgos de la incursión en el mercado negro de vaporizadores que llegan al país de contrabando. “Estamos dejando en manos del mercado negro la distribución, en lugar de permitir que algunas empresas los importen, paguen impuestos y sueldos, estamos dejando ese tema en la informalidad y en la ilegalidad”, dijo el senador Luis Ortiz durante la discusión de la ley de impuestos.
En este sentido, hoy el País publicó que aunque el mercado legal de los vaporizadores o calentadores de tabaco había crecido en el país, seguía siendo una fracción mínima en comparación con el de los cigarrillos convencionales. Philip Morris Internacional, uno de los comercializadores de estas alternativas, pasó de tener 35.000 a cerca de 42.000 usuarios de calentadores de tabaco. Paralelamente, en los últimos cinco años, la industria del tabaco aumentó sus ventas de 878 a 1.246 millones de pesos al año, de acuerdo con estimaciones del Inegi. A nivel mundial, el uso de alternativas para consumir nicotina crece velozmente, aumentando su valor conforme los usuarios cambian de preferencias.
Al mismo tiempo, el mercado ilegal del tabaco representa el 19% del total del mercado, según un estudio realizado por la Confederación de Cámaras Industriales de México. Entre 2019 y 2020, aunque hubo un incremento de los impuestos al tabaco por el Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS), la recaudación se contrajo debido al comercio de productos apócrifos de tabaco.
Uno de los argumentos que se dio para prohibir cualquier tipo de dispositivo vaporizador, ya sea que se trate de productos con o sin nicotina, es que se usan varios saborizantes para “enganchar a los niños y adolescentes que después serán consumidores de otras drogas”, dijo la senadora Lilia Valdez antes de la aprobación de la ley.
Andrea Constantini, jefa de relacionamiento científico para Latinoamérica y Canadá de Philip Morris Internacional, aseguró para El País que la prohibición en general origina más canales para que los menores lleguen a los productos no regulados. “Las prohibiciones solo llevan a una mayor cantidad de ilícitos, falta de control, de mercado negro y de no saber qué es lo que consume la población, sobre todo para los menores, quienes adquieren productos por canales donde no existe ningún control”.
De acuerdo con datos de varios comercializadores de productos alternativos con y sin nicotina, estos productos contienen hasta un 95% menos de sustancias nocivas para la salud, causantes de Enfermedad Pulmonar Oclusiva Crónica (EPOC) y varios tipos de cáncer. Pese a ello, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha sido enfática en decir que, aunque se puede tratar de una alternativa para los fumadores ya existentes, no se trata de productos que estén exentos de causar daños a la salud.