En el contexto de la contingencia por el Covid-19, en los días recientes ha habido múltiples protestas de médicos y enfermeras por demandas que van desde insumos básicos hasta por bonos de infectocontagiosidad, pasando por equipo y protocolos de actuación y seguridad.
El 17 de marzo los trabajadores del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) protestaron por la carencia de protocolos para atender el Covid-19, además de que denunciaron que esa dependencia no cuenta con infraestructura e insumos suficientes para atender la contingencia.
También dijeron que no había gel antibacterial, tapetes microbianos, ni se les había brindado la capacitación correspondiente para casos de coronavirus. Además, pidieron que se le aclare a los usuarios del servicio que se paga una cuota de recuperación porque las personas piensan que el servicios es gratuito.
Posteriormente se dio a conocer que el INER respondió que habría más acercamiento con los trabajadores y les proporcionó a los trabajadores un plan de 25 puntos a seguir en la contingencia.
La semana pasada, el 20 de marzo, personal del Hospital Regional 1 Carlos McGregor Sánchez Navarro, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cerraron avenida Xola en la esquina con Gabriel Mancera, colonia del Valle, en Ciudad de México, por falta de insumos para enfrentar la contingencia.
Ese mismo día, en San Luis Potosí también se reportó que los trabajadores del Hospital de Soledad de Graciano Sánchez también hay carencias de insumos y falta de personal para atender a los pacientes de Covid-19. Uno de los empleados de ese lugar dijo que sólo hay dos respiradores mecánicos funcionales, pero no hay gasometrías ni cubrebocas ni guantes.
Por lo anterior, en las afueras del hospital colocaron mantas y cartulinas en protesta y en demanda de los apoyos necesarios, las que fueron retiradas del lugar.
Un día después los médicos residentes del Hospital de Especialidades Belisario Domínguez, en la alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México, hicieron pública una carta en la que manifestaban sus inconformidades y hacían solicitudes a las autoridades de salud capitalinas. Entre las primeras estaba que han dejado de enviarles estudiantes de posgrado, lo que significa una limitación de recursos médicos y disminución de la calidad de servicio que se le ofrece.
Además, denunciaron falta de recursos frente a la emergencia sanitaria, por lo que “exigimos equipo de protección personal que se ajuste a las especificaciones de la OMS, así como su reabastecimiento constante”.
Incluso señalaron que, ante la declaratoria de la Secretaría de Salud del 20 de marzo en el sentido de ese nosocomio como referencia para recibir a pacientes con Covid-19, debido a la falta de personal que “aqueja al hospital para operar con normalidad, nos es imposible enfrentar esta crisis sanitaria”.
Pese a lo anterior, declararon: “Es un orgullo para nosotros servir a nuestra nación en esta etapa de contingencia”.
También trabajadores del Hospital de Psiquiatría Morelos del IMSS, en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, solicitaron medidas de limpieza como dispensadores de jabón y toallas de un solo uso, realizar adecuadamente y con frecuencia labores de limpieza en la residencia.
El 21 de marzo la Sociedad de Médicos Residentes y la organización de estudiantes Leones por la Salud enviaron una carta al rector de la Universidad de Guadalajara en la que presentaron diversas demandas para supervisar y controlar la labor de médicos pasantes en la contingencia por el Covid-19 y para capacitación y dotación de equipo en insumos para su protección personal.
Un día después esas organizaciones publicaron un comunicado en el que agradecieron a los hospitales civiles de Guadalajara “su pronta respuesta y apoyo a los médicos residentes, internos de Pregrado y prestadores de Servicio Social ante esta situación de Contingencia de Covid-19”.
En una entrevista para La Silla Rota, Amaro Vera Cerda, residente de Medicina Preventiva del Instituto Nacional de Salud Pública, dijo que empezaron a recibir mensajes de sus compañeros en el que expresaban que “no sabían qué hacer con los casos sospechosos, que no estaban contando con las medidas sanitarias pertinentes, que no tenían equipo de protección personal, cubrebocas, gel, alcohol, insumos básicos que se necesitan para atender esta pandemia. Ni siquiera es que nosotros lo digamos, sino porque ya hay guías internacionales que nos dicen que se deben tomar estas medidas”.
Ayer los trabajadores del Hospital General de Zona 2 Troncoso y de la Clínica 32, del IMSS, de Ciudad de México, también protestaron por la falta de insumos para brindar el servicio a los pacientes.
En Oaxaca se reportaron protestas en el mismo sentido en el Hospital Civil, mientras que en Veracruz en la Clínica 10, en Xalapa, y en Puebla en centros de salud de la capital, Atlixco, Teziutlán y Ciudad Serdán. Las demandas incluyen insumos básicos, capacitación, sobrecarga de trabajo y protocolos de seguridad.
Hoy, en la Ciudad de México personal médico del Hospital General de Zona 47, en Iztapalapa, cerraron Periférico Oriente en demanda de gel, cubrebocas, guantes de látex, capacitación y protocolos para atender la contingencia del Covid-19, así como un bono por infectocontagiosidad.
También los trabajadores de la Clínica 10, en la alcaldía Benito Juárez, interrumpieron el paso por cuatro de los cinco carriles de Calzada de Tlalpan, en demanda de protocolos de atención y de suministros necesarios para desempeñarse con seguridad en esta fase de contingencia.