El vocero presidencial y artífice de la propaganda oficialista, Jesús Ramírez Cuevas, evidenció la urgencia del gobierno de Claudia Sheinbaum para negar las evidencias localizadas en el Rancho Izaguirre, pues afirmó que hablar de un campo de exterminio es una “construcción mediática”.
En clara confirmación de la línea marcada desde la Presidencia, que con claridad dejó ver el fiscal Alejandro Gertz Manero en su conferencia de prensa, Ramírez Cuevas dijo explícitamente que en Teuchitlán “no hay ningún campo de exterminio”.
Este miércoles, a pocas horas de la conferencia de Gertz, Ramírez Cuevas participó en una mesa de análisis conducida por Jenaro Villamil en el oficialistaCanal 14. Ahí, junto con otros nada disimulados paleros gubernamentales, negó por completo todo lo que han dado a conocer desde hace meses diversos grupos de madres buscadoras.
Asimismo, repitió las acusaciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, en el sentido de que existe una campaña de desprestigio en contra del gobierno y añadió que detrás de tal operación hay intereses que buscan “justificar una invasión”.
Así, Ramírez Cuevas presentó el paquete propagandístico completo que será la guía para conformar la versión oficial de lo ocurrido en Teuchitlán, sin olvidar que todas las responsabilidades o culpas serán achacadas a las autoridades de Jalisco.
El funcionario dijo que en materia de campañas contra el gobierno “estamos pasando a un escalón diferente. Se trata de señalar lo que no hay: campos de exterminio”. Han “querido magnificar”, aseguró.
Dijo que en el rancho del exgobernador de Tamaulipas, el panista Francisco Cabeza de Vaca “se encontraron fosas clandestinas y ahí sí había evidencias de fusilamientos y otro tipo de ejecuciones, pero eso, comparado a como ahora han querido magnificar y compararlo con Alemania nazi y todo pues… no es una exageración, es parte de una construcción mediática para golpear al gobierno”, se quejó.
Enseguida repitió lo que se dijo en la conferencia mañanera del 18 de marzo, mientras en pantalla se colocaban las diapositivas proyectadas ese día en Palacio Nacional: que en “sincronía” y “sin pruebas, porque no hay una sola prueba sobre un campo de exterminio” miles de cuentas difundieran esa afirmación.
Y demeritó los hallazgos de las madres buscadoras: “Hay unas fotos de unos zapatos, hay unos testimonios, pero no hay una evidencia real, pericial, que constate que hay o hubo ejecuciones ahí, que ahí se incineraron cuerpos o que incluso haya ahí inhumaciones clandestinas. Porque parece que se encontraron restos, pero no queda claro de qué tipo”.
Pasó a continuación a situar la supuesta campaña en el contexto de una “invasión” de los Estados Unidos y oscuros “intereses foráneos”.
“Los reporteros, periodistas, los medios de comunicación se prestaron a esta campaña contra el gobierno, en un contexto de un debate internacional donde la carta del narcotráfico juega para presionar contra la soberanía del país”.
“Los medios de comunicación obedecieron intereses foráneos que buscan debilitar al país e incluso justificar una invasión”, proclamó.
“¿A favor de quién juega esa campaña? ¡Pues de intereses externos que quieren vulnerar la soberanía del país diciendo que aquí el Estado no tiene un control del propio pueblo, que no protege a las víctimas, que no las atiende”.
Agregó que “nadie quiere anular o borrar el hecho de que hay violencia en este país y que el crimen organizado actúa”. En redes sociales las declaraciones de Ramírez Cuevas fueron muy criticadas, pues se vio en ellas un afán de proteger al crimen organizado.
ofv