El Senado y la Cámara de Diputados comienzan el lunes el último periodo ordinario de sesiones de la LXIV Legislatura, en medio de un ambiente de intensa especulación por la salud del Presidente de la República y de intensa actividad política por las elecciones federales y estatales de junio, que ponen en riesgo la prolongación de la mayoría absoluta de Morena y, con ello, el camino legal de los cambios en agenda del Ejecutivo Federal.
La decisión del PAN, PRI y PRD de ir en alianza en al menos 200 distritos de mayoría para renovar la Cámara de Diputados ha implicado un reto real para el dominio electoral de Morena, al grado que dentro del partido existe presión para que no se dé por automático la candidatura a reelección de sus actuales diputados federales y se busquen perfiles mucho más competitivos.
El optimismo de la alianza Va por México se combina con la creciente alerta que se vive en el interior de Morena, luego de que diversos grupos se inconformaron por la elección de los candidatos a las gubernaturas.
Pero, además, el factor covid-19 juega un papel importante en la percepción de los ciudadanos.
Es verdad que algunos militantes de Morena utilizan la vacuna con fines electorales, como se pudo observar en un discurso del alcalde de Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, pero también es verdad que la vacunación masiva no será una realidad en México, al menos en el corto plazo, y esa información se difunde todos los días, por lo que una parte importante de la población lo sabe.
Las cifras del Inegi, que muestran que el número de personas que perdieron la vida por covid-19, entre enero y agosto de 2020, es al menos 44% superior a la cifra oficial, también han sido un factor adverso al discurso de Morena, porque ha quedado demostrado que hay un registro erróneo de las muertes, mientras miles de familias mexicanas padecen a diario los estragos de esa enfermedad, por su peregrinar en hospitales, por la carencia de oxígeno y por el afán oficial de insistir en que se ha superado la etapa crítica.
A diferencia de lo que todas las encuestas mostraban el año pasado, con una victoria fácil de Morena en prácticamente todo el país, este enero pintó escenarios diferentes en varios puntos.
Tan sólo dos ejemplos: Sonora, con Ernesto Gándara, que ha comenzado a subir en las encuestas de manera importante, al grado de prender alertas en el equipo de campaña de Alfonso Durazo; y Zacatecas, donde Claudia Anaya tiene el respaldo de las principales fuerzas políticas de la entidad para ganarle al morenista David Monreal.
Pero ese efecto se observa también, de manera lógica, en los distritos que se disputarán para la renovación de la Cámara de Diputados, y eso cambia de manera significativa los planes de gobierno de Morena, porque no es lo mismo encabezar al país con la mayoría absoluta en las dos Cámaras, con una mínima oposición en el Senado, que hacerlo con una oposición fortalecida en San Lázaro.
Y ahí está la importancia del periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión que comienza el lunes.
De acuerdo con Ricardo Monreal, líder de los senadores de Morena, hay 50 temas que tienen en agenda las bancadas oficialistas, pero aún no incluye la reforma a los órganos autónomos, anunciada por el Presidente de la República.
Morena sólo tiene tres meses para sacar todos los temas que busca modificar de fondo, porque de lo contrario, ya no podrá avanzar con la celeridad que le interesa, una vez que cierre el periodo ordinario el 30 de abril.
Primero, porque la oposición en la Comisión Permanente tiene un voto de ventaja que le impedirá a Morena abrir un extraordinario, si pretende acelerar reformas legales; segundo, porque al no poder abrir un extraordinario, tendrá que esperar al ordinario de septiembre, con la posibilidad de que su mayoría absoluta se haya diluido frente a la oposición.
Y ese contexto obliga a la pregunta: ¿Morena va por esos 50 temas o el Ejecutivo federal tratará de meter asuntos como regulación de redes sociales, eliminación de órganos autónomos y la contrarreforma energética, para garantizar su aprobación ante el riesgo de perder la mayoría absoluta en San Lázaro?
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