Cuando Gil tira su piedra diaria al charco de la vida pública, no sabe si ésta cae en las aguas del cinismo o de la tontería. Gamés lo leyó en su periódico Reforma: los gobernadores de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; de Morelos, Graco Ramírez, y de Tlaxcala, Antonio Mena, viajaron juntos a China en busca de inversionistas y nuevos mercados. Van a perdonar la poesía de Gilga, pero es muy necesaria en este momento: ¿a qué chingados van a China? Hace apenas unos días se fugaron 29 reos en Ciudad Victoria y el jueves tres presos murieron en un motín. Y mientras, el gobernador García Cabeza de Vaca intercambia regalos con los chinos: aquí les tlaemos unos dulces de legión tamaulipeca. ¿Los leos fugados? Así se acostumbla en México: hacemos túneles pala fugas. ¿Cinismo o estupidez?
Se ha vuelto una tradición que los gobernadores brillen por su ausencia cuando en sus estados las llamas les llegan a los aparejos. Unos juegan golf, algunos se van de compras a Estados Unidos, otros se van a conquistar los mercados chinos. Graco Ramírez trae un pleitazo con organizaciones católicas que lo acusan de perseguir al obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, quien denuncia la inseguridad y la corrupción que impera en el estado, y Graco en la China. Por su parte, el gobernador de Tlaxcala, informa la nota de su periódico Reforma, negocia vaya usted a saber qué mercancías chinas mientras emboscan y matan a sus policías. “Los gobernadores”, dijo Graco, “no compartimos posturas proteccionistas o de aislamiento y vemos una gran oportunidad de mejorar la relación con China”.
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