Gil se pone de pie y se quita el sombrero: la Sala 1 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló a favor del amparo que un grupo de personas interpuso para producir, consumir y en su caso ponerse hasta el cepillín fumando lo que les dé su regalada gana: un gallo, dos churros de mota, en fon, sin que por ello incurran en ilegalidad y delito.
Gamés saluda a los magistrados y les construye un imaginario arco del triunfo a todos ellos y ellas: Olga Cordero, José Ramón Cossío y Alfredo Gutiérrez, quienes votaron a favor del proyecto del ministro Zaldívar.
Gilga no exagera si escribe que se trata de una frontera, un parteaguas (gran palabra).
La lectora y el lector saben del asunto, este resumen publicado en CNN Expansión es claro, sobre todo si usted estuvo en Marte y perdió la oportunidad de vivir estos días axiales (otra gran palabra, al parecer estaban de rebaja): Francisco Torres Landa y otras tres personas crearon la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (Smart) para pedir autorización para sembrar, producir y consumir marihuana sin fines de lucro a la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Ante la negativa de la comisión y tras una lucha legal en tribunales lograron llevar un amparo ante la Suprema Corte. Los ministros votaron el proyecto de Arturo Zaldívar, quien propuso amparar a los quejosos.
Amigos magistrados, nada más les van a decir que son ustedes unos rucos bien grifos, pero nada le hace, ustedes impertérritos (lo dicho, grandes palabras en rebaja).
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/mota-y-uranio.html