lunes 01 julio 2024

Recomendamos: Porfirio contra los caciques zombis, por Gil Gamés

por etcétera

Miércoles 8 de octubre. 7:05. Amanece sin fuerza, despertar es siempre una difícil emergencia, dijo el clásico. Liliana Padilla ha publicado en su periódico Milenio una breve pero sustanciosa entrevista a Porfirio Muñoz Ledo. Le pregunta Padilla al tribuno: “¿Percibe un proceso de descomposición en Morena?”. “Descomposición no es, sería una fácil explicación”, responde Muñoz Ledo. “Cuando se acabó el PRD por intereses personales, López Obrador y yo decidimos aprovechar lo que teníamos para organizar el movimiento, pero no estamos en proceso de descomposición, estamos en proceso de composición. Tenemos que avanzar en aplanar esos cacicazgos porque unos no son regionales, son nacionales, ahí la fuente de los problemas”.

Ah, caracho, resulta que Liópez y Porfirio crearon la Morena y decidieron bla-bla-bla y ble-ble-ble-ble. Porfirio se sube a todos los trenes. Así le habrá dicho a un entrevistador: Vicente y yo creamos la plataforma del PAN para que Chente llegara a la Presidencia. Recuerden que faltan aún capítulos de “La vara Morena”. ¿Porfirio recibió una sugerencia en el Palacio Nacional? ¿Se lanzó como el Borras? ¿Le pidieron que frenara a Delgado-Ebrard? Qué difícil es todo en Morena, un embrollo en cierto sentido inexplicable pues se sabe que se trata del partido de un solo hombre. Van a llorar lágrimas de sangre, sentenció Gil.

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12:30 pm. Porfirio dice que Mario Delgado ya ofrece candidaturas a gobernadores: “yo tengo la lista. Crean una cadena, es la clásica del poder autoritario, ellos mandan, ellos reparten, el caudillo se forma internamente y luego el subcaudillo, nosotros estamos luchando contra eso, pero es sumamente difícil. Yo llegaré en tres años lo más lejos que pueda en la disolución de cacicazgos”.

Gil cayó de rodillas sobre la duela de cedro blanco, lo doblaron las carcajadas. Porfirio lucha contra la formación de caudillos y cacicazgos. De eso sabe mucho el tribuno pues ha sido un priista de toda la vida. Y de caudillos ni qué decir, se las sabe de todas, todas. Que nadie piense en el Presidente como un caudillo o se lo carga patas de cabra. Ah, que Porfirio, se volvió un humorista natural.

Porfirio sentencia: “Después de la campaña buscaré organizar y platicar con la gente para tratar de corregir. Avanzar en la equidad de género que no se ha logrado y luego buscar un Morena orgánico y de principios. Nosotros debemos crear conciencia ideológica en los ciudadanos y articular a los militantes y adherentes y en este caso el presidente Andrés Manuel está contestando todo. Esa debería ser una tarea fundamentalmente del partido”.

Hay amigos de fuste y fusta que consideran a Porfirio un político en toda la línea, un profesional inquebrantable. A Gilga, en cambio, le parece un convenenciero (¿así se decía?), un mentiroso y un simulador.

“El Presidente no es Donald Trump, que maneja sus ideas por Twitter, él tiene que dar las grandes directivas. Combatir la corrupción. Propongo divulgar por todo el país el juicio a los ex presidentes, ayudar como partido y dar argumentos. No digo que el Presidente hable menos. Le queremos dar más espacio para que conteste lo importante. Habla de un partido crítico, pero parece que se confunde la lealtad con la obediencia ciega, ¿no? Ahora Mario ofrece gubernaturas y dice que el Presidente manda saludar”. Bueno, un saludito nunca está de más, Porfirio, no se vuelva usted un cascarrabias.

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2:30 pm. La hora sagrada. “Tengo meses de no hablar con él (el Presidente), jamás me dio una llamada y eso que yo le puse la Banda Presidencial, pero Mario se salía con Monreal de la Permanente. Se iban a cabildear y al rato llegaban y decían que iban a Palacio o al café de la esquina. Por eso se acabó el presidentazo, eso es del PRI. La conducción del partido ha sido servil y abusiva, ni siquiera le habían consultado al Presidente. Había lineazo como borregos. Esa es la clase de partido contra la que estoy”.

Porfirio va derecho y no responde chipote con sangre, sea chico o sea grande. A juzgar por lo que se ve, será grande. Porfirio, convengamos en algo: que el Presidente hable menos, ande, colabore no a un voto de silencio, sino a un silencio de votos, o como se diga. Gilga les recuerda: no se pierdan el próximo capítulo de “La vara morena”. ¿A quién le oyó Gilga aquella vacilada de que cuando a Porfirio le presentaban a algún personaje de la vida política, al darle la mano siempre decía: “Encantado de conocerme”?

Todo es muy raro, caracho. Como diría Paul Auster: “Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religion”.

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