Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil oyó los gritos y los manotazos en la mesa. La Secretaría de la Defensa Nacional rechazó las acusaciones de esa tendencia de opinión que sostiene que integrantes del Ejército mexicano violan derechos humanos: “Se ha difamado sobre actos de represión que ofenden al instituto armado y a la sociedad”. Gil lo leyó en su periódico Milenio. El director de Derechos Humanos de la Sedena, general José Carlos Beltrán, comentó que quien ha hecho públicas las acusaciones a través de medios de comunicación genera una percepción equivocada de la realidad sin que “cuente con elementos de convicción que así lo demuestren”.
El general no dio nombres, pero Gamés, perspicaz como es cuando acopia perspicacia, supo que el general Beltrán se refería a Liópez y al nublado momento en el cual, primero, criticó el operativo de la Marina en Tepic, Nayarit, y luego, al día neoyorquino en que le respondió a uno de los padres de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa que si quería saber de los desaparecidos le preguntara al Ejército y a Peña.
Más información en: www.milenio.com