En sentido figurado, la palabra “amnesia” enlaza más con lo que ocurre ahora a la nueva clase gobernante que con la famosa canción de José José. Con el agravante de que, una vez ganadores de la elección y a punto de tomar el poder, los antiguos opositores exigen a sus adversarios políticos que se comporten sumisos y resistan aun agravios públicos, a micrófono abierto, como ocurrió con la baladronada de Paco Ignacio Taibo II.
Desafiante, arrogante frente a la victoria, presumió ante un auditorio cautivo, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la estrategia del equipo de transición para librar el obstáculo legal que le impide llegar a la dirección del Fondo de Cultura Económica. Llamó “culeros” a quienes critican su nombramiento y dijo que, así sea mediante decisión presidencial, él tendrá el cargo, por lo que ya se las metió doblada.
Frente a la indignación, aun de muchos de los suyos, debió lanzar un tuit lamentando su “frase desafortunada y vulgar”, pero fue sorpresivo constatar que su desagravio tuvo la intención de aclarar que no fue una agresión a las causas feministas o de la comunidad gay, a las que ha apoyado toda la vida. ¿Pues en qué está pensando este hombre, caray?
Es obvio que el ataque fue a la oposición, a sus críticos, sin importar sus preferencias sexuales, a quienes como él en su momento, se oponen a los abusos desde el poder, como el que se prevé consumar haciendo una reforma a modo para beneficio de una persona, en este caso un escritor magistral de sobra conocido por su promoción de la lectura, lo que no está a debate y que nadie cuestiona, por cierto.
Más información: https://bit.ly/2E62Tfa
