El nuevo gobierno había cumplido seis meses y provocado cuatro crisis: la del aeropuerto de infames neoliberales, donde perdimos algunos pesos y un gran aeropuerto con 33 por ciento de avance; la de la gasolina o la imprevisión de la gasolina que nos dejó sin el vital líquido y cuya salida política fue un jonrón (Gil no quiere quedar fuera de los símiles deportivos): el combate al huachicol; la del gabinete, entre quienes defienden y cumplen el austericidio que lleva a cabo el Presidente a través de la Secretaria de Hacienda y que cobró una baja, la de Germán Martínez, al frente del Instituto Mexicano del Seguro Social; y, de último minuto, la crisis en el sistema de salud, recursos congelados para los institutos del ramo, desabasto de medicinas.
En el camino, los rufianes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación interrumpieron las vías férreas y decenas o cientos de trenes no pudieron llegar a su destino con sus respectivos cargamentos, se perdió otro dinerito, pregunten ustedes a los empresarios.
Es verdad que la abrogación de la reforma educativa trajo algunos pequeños inconvenientes, no el menor de ellos fue el retraso de la producción de los libros de texto. No es poca cosa si añade usted la gran cantidad de enconos mañaneros y la provocación de no pocos linchamientos en las benditas redes. Caracho, así empiezan los nuevos regímenes, a ciegas, dándose de topes contra los muros.
Medicinas
Dirán que Gil es un adulador, pero la cobertura que su periódico MILENIOhizo día tras día de lo que él llama la crisis del sistema de salud es un retrato periodístico inmejorable de lo que ocurre en estos días. Lean esta primera plana: “Comienzan a liberar los recursos retenidos a institutos de salud”. “La Secretaría de Hacienda comenzó a descongelar los 2 mil 464 millones de pesos retenidos a institutos y hospitales de alta especialidad tras el reclamo de sus directores a la Cámara de Diputados”, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, dijo: “el asunto está arreglado”.
Ahora mal sin bien: entonces sí retuvieron dineros de hospitales, médicos, enfermos. El corazón simple de Gil pregunta: ¿por qué retuvieron esos dineros? El Presidente dice que todo es una invención del hampa periodística. Hampa: “conjunto de personas que viven de forma marginal cometiendo acciones delictivas de manera habitual”. Oh! Así reaccionó Liópez Obrador. Helas!
Josefa, por Dios
La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Josefa González Blanco, presentó su renuncia. Josefa demoró un vuelo comercial 38 minutos, pues llevaba un dramático retraso. No me sequé el pelo ni me pinté el ojo, llama a la aerolínea y dile a Perengano que es mi amigo del alma, que me espere el avión, nomás me delíneo el ojo. La renuncia: “el beneficio de uno, así sea para cumplir con funciones no puede estar por encima de la mayoría”. El avión se dirigía a la pista cuando el piloto avisó que por orden presidencial regresarían al hangar. Josefa, ¿en qué cabeza cabe? Adiós, Josefa.
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