El darling de la cuarta transformación se ha transformado muy rápido en un villano, mentiroso y tramposo, al que prácticamente acusan de poner en riesgo la vida de miles de mexicanos. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, el zar del Covid-19, ha respondido a sus críticos sugiriendo que quienes le cuestionan están sufriendo el estrés por la pandemia, y les pide serenarse. Un poco soberbio el subsecretario, quien por la vía de una respuesta frívola, escapa a responder los cuestionamientos de fondo, que no son menores.
¿Ha mentido López-Gatell al presidente Andrés Manuel López Obrador, como aseguró uno de los gobernadores cercanos al mandatario? O será que está diciendo las cosas que sólo le autoriza.
¿A quiénes se están repartiendo los insumos de salud? ¿Qué tanto de los que deberían de ir a estados, se envían a países como Venezuela? ¿Por qué informa con dos semanas de retraso? ¿Por qué hay tantas discrepancias entre lo que él informa y lo que crecientemente desmienten personal médico y gobernadores?
Siete gobernadores de los tres principales partidos, incluido el que está en el poder, de Baja California, Coahuila, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Puebla y Tamaulipas, lo han acusado de manipular estadísticas, por lo cual afloran discrepancias entre la Federación y los estados, mal informan a los mexicanos y, por consecuencia, al presidente. Si no hay datos actualizados y ciertos –parte del problema en la crisis del H1N1 en 2009 que le costó que lo hicieran a un lado–, la toma de decisiones será equivocada.
Lo que dicen los gobernadores es que no les han dado los equipos y los insumos que el subsecretario afirma les proporcionaron, y que el número de casos que tienen es superior a lo que él asegura que son. La propia jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien ha apoyado públicamente al subsecretario, en privado muestra su gran preocupación porque la cifra de contagios en la capital federal tuvo un repunte anómalo en menos de 48 horas, sin saber a qué obedece.
Las críticas de los políticos las ha manejado políticamente el subsecretario con un grado de cinismo que exacerba. Las de los expertos, sin embargo, las ignora. López-Gatell debería responder sus cuestionamiento para dar certidumbre a sus explicaciones. No basta que sea articulado y con facilidad para la verborrea mediática, sino que también tenga la disponibilidad para rebatir técnicamente. No es un político, sino el responsable de manejar la crisis. Y hasta este momento, sólo brinca contra los políticos, pero frente a quienes le rebaten sus deficiencias con conocimientos técnicos, esconde la cabeza.
López-Gatell debe explicar porqué si, a diferencia de los responsables de enfrentar el coronavirus en muchas partes del mundo, tuvo el tiempo suficiente para diseñar una estrategia adecuada, cometió errores en el plan de acción preventivo y operativo, como apuntó Óscar David Hernández, experto en temas de salud y presidente y fundador del Premio Nacional de Salud.
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