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Lo encontraron en una banqueta de Lomas de Tarango, en la delegación Álvaro Obregón, maniatado con la agujeta de uno de sus tenis y con dos disparos en la cabeza.

Se le conocía como Mr. Zamora: un DJ que radicaba desde hacía tiempo en Cancún y solía presentarse en festivales, bares y fiestas privadas.

No había llegado a los 30 años de edad.

Oriundo de la ciudad de México, Luis Armando Zamora, Mr. Zamora, probó fortuna en Playa del Carmen en el año 2006. Le fue tan bien en tierras quintanarroenses que al cabo pudo mudarse a Miami, en donde radicó durante varios meses. Recientemente se había presentado en varias ciudades de Europa.

En su caso todo es ominoso, inquietante.

Una de las personas que lo acompañó la última noche que se le vio con vida —el DJ Arturo M.— relató que Mr. Zamora le había propuesto que se fueran a trabajar a Argentina, “donde conocía mucha gente que requería sus servicios”.

Arturo aceptó. Mr. Zamora compró los boletos de avión. Antes de emprender el viaje, sin embargo, los músicos hicieron una escala en la ciudad de México, a la que llegaron el pasado 14 de febrero.

Durante una semana se hospedaron en el domicilio de los abuelos paternos de Mr. Zamora, ubicado en Tlalpan.

El miércoles 21 decidieron salir de fiesta. Según Arturo, a las 21:00 horas llegaron al restaurante Sushi Roll, de la colonia del Valle. En ese sitio departieron con cuatro conocidos de Luis Armando. Se retiraron a las 22:00. Recalaron en el bar PH.

Ahí encontró Mr. Zamora a una amiga de Cancún, a la que acompañaba otra chica. Bebieron hasta la una de la mañana. Los cuatro salieron del PH y se dirigieron al Janis, de la colonia Roma.

Mr. Zamora encontró en ese sitio a otro amigo: Víctor.

La fiesta en el Janis se prolongó hasta las 3:30. A esa hora decidieron cambiar de aires y se movieron al bar Main Room, en Oaxaca 90, colonia Roma.

Arturo afirma que las dos muchachas, así como Víctor y él, pasaron sin problemas. Pero los cadeneros detuvieron en la entrada a Luis Armando. Como le hablaban “como si lo conocieran”, el grupo se desentendió e ingresó en el bar.

Media hora más tarde, Arturo salió a buscarlo. En la puerta le dijeron que se había retirado. Como una de las chicas también se había esfumado, Arturo imaginó que se habían ido juntos.

Regresó con los otros, y al poco tiempo todos se fueron al departamento de Víctor.

Más información: http://eluni.mx/2FgtIyb

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