El martes por la noche, el Padre del Análisis Superior recomendó a los jóvenes de entre 18 y 40 años, que concordaban con la encuesta que dio a conocer la Amafore, que se pusieran a procrear y, entre más hijos, mejor.
Hubo quienes pensaron que se trataba de un recurso televisivo o de algo gracioso. Desgraciadamente no, no es un chiste, sino una realidad preocupante que obliga a replantear totalmente al sistema de pensiones.
La encuesta señala que seis de cada 10 hombres creen que cuando lleguen a la edad de jubilación alguien los mantendrá, el número de mujeres supera el 70 por ciento. Se trata de una de las decisiones económicas más ruinosas en lo personal y lo social.
Preocupa de sobremanera que, en épocas donde se habla de la igualdad de género y la toma de poder de las mujeres, sólo dos de cada 10 creen que vivirán de sus ahorros y que no tendrán que ser mantenidas por alguien cuando lleguen a la edad de jubilación.
El PAS no hará escala en las explicaciones que ha dado sobre la irracionalidad de las decisiones económicas Richard Thaler, premio Nobel de economía 2017, aun cuando sí le recomienda muy ampliamente que lea obras sobre finanzas conductuales.
Luego de hacerse pública esta creencia irracional y ruinosa desde el punto de vista de las finanzas personales, es necesario que gobierno y afores cambien radicalmente su visión sobre el ahorro voluntario y el tsunami que está por venir.
No importa que bajen las comisiones o que se amplíen las formas de inversión para obtener mayor rentabilidad o que se promueva intensamente el ahorro voluntario, porque el público objetivo simplemente no está interesado en pensionarse por esa vía.
Es común en las familias mexicanas que los jóvenes se hagan cargo de los adultos mayores, lo que resulta en una mala decisión desde el punto de vista económico, puesto que disminuye la capacidad de los menores para tener un mejor porvenir, lo que genera un ciclo de dependencia.
A mediados del siglo pasado, las familias solían tener más de cuatro hijos, es decir, el costo de atender a padres y abuelos fuera de edad productiva se prorrateaba entre más. Los datos oficiales señalan que ahora las familias tienen poco más de dos hijos en promedio.
La mayoría de los encuestados reconoció que han tenido que realizar sacrificios económicos para cubrir las necesidades de parientes mayores de su familia, es decir, disminuye su capacidad de generar patrimonio que les sirva para atender su propia vejez.
Hay quienes lo consideran como un buen uso y costumbre de generosidad y solidaridad económica, pero es un profundísimo error económico. Si los jóvenes de entre 18 y 40 no se encargan de su pensión terminarán siendo una carga financiera para sus hijos y nietos, lo que se agrava considerando que las familias tienen menos hijos y la esperanza de vida aumenta permanentemente.
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