Recomendamos también: Hacer la cola, por Gil Gamés

Compartir

Gil sigue la línea roja de esta página del directorio del día de ayer . Le gustaría ver a todos aquellos que han simpatizado con la imagen histórica del dictador cubano muerto hacer la cola para recibir cada mes 2 kilos de arroz, medio de chícharos, medio de frijoles, medio de sal, dos de azúcar y un cuarto de aceite; cinco huevos y cinco onzas de café, al mes; un panecillo diario y un muslo de pollo cada dos o tres meses. Si ese es el mundo magnífico de la Revolución cubana, no cuenten con Gilga.


En ese lugar donde desapareció la desigualdad, se entregaba una barra de jabón por persona cada tres meses y un tubo de pasta de dientes para cada familia cada tres meses. Hacer esa cola todos los meses durante unos años sería un tratamiento interesante para aquellos que reconocen en Fidel Castro a un estadista. Ah, sí: el bloqueo, mju, cómoño.


Gil no comprende a una amplia franja de comentaristas sensatos e inteligentes que han escrito la defensa del dictador , del enemigo de la democracia, del hombre que se mantuvo en el poder 47 años y le entregó a su hermano la autoridad. ¿Esas opiniones son respetables? Desde luego que no, ya quedamos en que las personas y las propiedades son respetables, no las opiniones, ¿por qué respetar a quienes afirman que Fidel Castro simboliza el fin del sueño revolucionario? Es que de veras.


Más información en: http://bit.ly/2gFaGC1

Autor