La rehabilitación del terreno donde se proyectaba la construcción el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco y donde ahora se tiene planeado crear un parque ecológico, tendrá un costo de 81 mil millones de pesos, un monto semejante al que gobierno federal tiene contemplado invertir en la edificación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) consultada por el periódico El Universal, el proyecto original del parque ecológico indica que la mayor parte de estos recursos, 46 mil 859 millones de pesos, se destinarán a la asignación de varios contratos para trabajos de limpieza, acondicionamiento, reparación de desperfectos, instalación de infraestructura y su posterior mantenimiento.
Para las obras de control de inundaciones y la instalación de espacios públicos, como áreas verdes y deportivas se asignarán 17 mil 713 millones de pesos, mientras que para gastos asociados a la obra como la adquisición de predios, se proyectaron 7 mil 610 millones de pesos. La suma total era de 72 mil 183 millones.
Sin embargo, de acuerdo con la más reciente actualización constatada por la Secretaría de Hacienda y la Conagua en junio pasado, el proyecto registró un incremento de 12%, equivalente a 8 mil 704 millones de pesos, lo que eleva su costo a 80 mil 888 millones de pesos.
El aumento se explica porque en el proyecto original no se contempló la adquisición de terrenos para la construcción de una planta de tratamiento de agua, para la conformación de un polígono de 2 mil 200 hectáreas para la contención de la erosión de suelos vulnerables.
Este costo estimado por la Conagua para el parque ecológico, es semejante al que el gobierno destinará a la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en Santa Lucía, que asciende a 81 mil millones de pesos según se asienta en los anexos del Tercer Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Según la Conagua, con el proyecto del parque ecológico se va a poner fin a la desecación de los lagos efectuada en esa zona desde hace 400 años, con lo cual asegura que se terminará con las tolvaneras en la época de estiaje y con las inundaciones en la temporada de lluvias en el oriente del Valle de México.
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