Un estudio realizado por investigadores de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación del Gobierno de México, antes Conahcyt, detectó altas concentraciones de ceniza y humo de hidrocarburos en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán. El hallazgo data de 2019, es decir, cuando aún no salían a la luz los vínculos de este predio con hechos delictivos; apenas la semana pasada el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, dio a conocer que ese lugar era usado como centro de adiestramiento del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que – se presume – mató y torturó personas ahí.
En la investigación, consultada por el diario español El País, se indica que en las imágenes satelitales analizadas por los realizadores, se encontró que las concentraciones de ceniza se encontraban exactamente en los mismas ubicaciones donde padres de desaparecidos denunciaron a principios de marzo, la presencia de restos óseos e indicios de crematorios clandestinos; incluso se refirieron al rancho Izaguirre como un campo de exterminio, pero el gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum ha rechazado reiteradamente esa expresión.
El estudio, que no era conocido públicamente, fue entregado a la Comisión Estatal de Búsqueda de Jalisco; para su realización, los autores emplearon una plataforma ideada por el Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGeo), de la propia secretaría de Ciencia, que se utilizó en investigaciones anteriores como la del caso Ayotzinapa.
En una de las imágenes, además de la concentración de cenizas, se detectó una estela de humo negro, producto de la quema de hidrocarburos, que podría ser gasolina, diesel o llantas, elemento que podría apuntalar la teoría de que en el rancho, en efecto, hubo un campo de exterminio. Que estos indicios se hayan encontrado desde 2019, lleva a los investigadores a preguntarse desde cuando se empleó el rancho para actividades delincuenciales.
Uno de los autores de este estudio, José Luis Silván, consultado por El País, señala que a pesar de que aún no se cuenta con todos los elementos para afirmar con certeza que las cenizas encontradas, son de cuerpos humanos, es muy probable que sí lo sean, puesto que en la propiedad nunca hubo actividad agrícola, como para afirmar que las quemas y cenizas fueran de otro origen.
Los reporteros del diario El País, consultaron datos del Sistema de Información de Incendios de la NASA (FIRMS, por sus siglas en inglés) que revelan que en las fechas previas a la identificación del pico de ceniza, hubo actividad de fuego en esa área del rancho a lo largo de 15 días, la cual fue registrada por los satélites de la NASA. Es decir, se confirmaron los hallazgos del estudio de los investigadores de la Secretaría de Ciencia.
El investigador aclara que este estudio debe entenderse como una expresión de mínimos de lo ocurrido en el rancho Izaguirre y toda la región Valles, en Jalisco en la que se han encontrado otros centros de adiestramiento vinculados al CJNG. No obstante apuntó que desde enero de 2018, cuando el satélite comenzó a enviar información, se localizaron alrededor de 8 mil puntos “de anomalía” en la región donde se detectaron valores elevados de concentración de cenizas. En otras propiedades se detectó humo blanco, que apunta a la actividad agrícola, pero en el caso del rancho Izaguirre, se encontró humo color negro, y al no haber indicios de quemas agrícolas, pueden resultar sospechosos. Por tal razón, se envió la información a la Comisión Estatal de Búsqueda, para que se integre a las investigaciones del caso y permitan su esclarecimiento.
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