A pocas horas de registrado el lamentable asesinato del periodista michoacano Roberto Toledo, el gobierno federal negó que el profesional se haya dedicado a la labor periodística, lo que implica que su asesinato no será investigado bajo la óptica que se aplica a los asesinatos de periodistas.
Por medio de un tuit, el vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas publicó, a las 8 de la noche que Roberto Toledo no se desempeñaba como periodista, sino como auxiliar de un despacho de abogados.
“De acuerdo con investigaciones judiciales, el C. Roberto Toledo, asesinado el día de hoy, se desempeñaba como auxiliar de un despacho de abogados, no como periodista. Condenamos este crimen. Ningún ser humano debe ser privado de su vida. Nuestras condolencias a familiares y amigos”.
Ocho horas antes, Ramírez Cuevas había dicho que Toledo era periodista y dio por buena la información divulgada por su medio, el portal Monitor Michoacán.
Publicó: “El gobierno de México condena el asesinato del periodista Roberto Toledo del portal Monitor Michoacán. Trabajaremos en conjunto con el gobierno estatal y municipal para esclarecer el caso, no permitiremos la impunidad”.
Como puede verse, el cambio en el discurso implica la revictimización del periodista, además del deslinde del gobierno federal de participar en el esclarecimiento del crimen.
Esa es la ruta del oficialismo: negar la profesión de la víctima, aunque Roberto Toledo hubiera sido periodista y lo confirmaran los directivos del portal Monitor.
Pero no hay salida para la demagogia. En México reina la impunidad @JesusRCuevas no lo puede negar. pic.twitter.com/3GqO3LWCZ6
— Marco Levario Turcott (@Arouet_V) February 1, 2022
Al mediodía del lunes 31 de enero, por medio de un video en sus redes sociales Armando Linares, director de Monitor Michoacán denunció que desde meses atrás el equipo había recibido amenazas de muerte; “hoy finalmente las amenazas se cumplen y uno de nuestros compañeros perdió la vida a mano de tres personas que llegaron, le dispararon, de manera ruin, de manera cobarde”.
https://www.youtube.com/watch?v=RJkcqH3Pbb8&t=38s
Los hechos ocurrieron en Zitácuaro, Michoacán. De acuerdo con medios locales como Noreste, Roberto Toledo, periodista de 55 años de edad, ya había denunciado amenazas y se encontraba adscrito al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación.
A pesar de que el director del propio medio afirmó que Toledo era colaborador suyo, el gobierno federal negó su condición de periodista.
Cabe recordar que se trata de una táctica habitual en los gobiernos, para negar que la violencia contra el gremio se eleva y también para revictimizar a periodistas incómodos al poder.
Toledo es el cuarto periodista asesinado en 2022 y el 53 del sexenio.
*ofv