Las críticas que, a través de Canal Once, vertió Estefanía Veloz sobre el comunicador Víctor Trujillo, en su papel de “Brozo”, agitaron las redes sociales. Detrás del revuelo quedan preguntas sobre la naturaleza de los contenidos de la televisora estatal, que pagan los contribuyentes. Pero también sobre los altos sueldos que han hecho de la televisora politécnica un nuevo “canal de las estrellas” para voceros de las causas morenistas.
En 2020, los politólogos identificados con las posiciones del gobierno federal que obtuvieron mayores remuneraciones en Canal Once fueron Gibrán Ramírez y Lorenzo Meyer Cossío. El primero casi alcanza el millón y medio de pesos, mientras que el segundo cobra medio millón por semestre.
Están después, de acuerdo con una revisión efectuada por Emeequis en Compranet, la dramaturga Sabina Berman y el analista John Ackerman, con percepciones de casi medio millón de pesos por semestre. Aunque hay que aclarar que en 2019 Berman ganó más que Ackerman, rebasando el millón por ejercicio.
En cuanto a Estefanía Veloz, obtiene sus remuneraciones como Estefanía Juárez Mora, nombre que aparece en los registros públicos de Estados Unidos. La activista nació en San Diego, California, el 14 de junio de 1994, y es hija del político y activista Jaime Martínez Veloz y de Onica Mora Rodríguez. Estefanía percibió en 2020 casi un millón de pesos.
La colaboradora del canal de televisión del Instituto Politécnico Nacional es una analista política que se ha caracterizado por sus posiciones feministas, además de estar aliada a Morena. Entre enero y junio de este año, Estefanía Veloz también estuvo adscrita a la Subsecretaría de Asuntos para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que dirige Marcelo Ebrard, con un salario de 73 mil pesos mensuales, de acuerdo con registros de la Cancillería.
DE BUENA FE
Gibrán Ramírez Reyes, exaspirante a la dirigencia nacional de Morena, ganó 1 millón 354 mil 385 pesos en Canal Once durante 2020. La televisora politécnica le distribuyó esa cantidad en cinco contratos por “conducir y transmitir de manera verbal mensajes e información, realizando eventualmente entrevistas y redactando y sintetizando información”. Ramírez conduce el programa De buena fe, mientras que Estefanía Veloz colabora en dicha emisión. Su contrato está firmado como Estefanía Juárez Mora y tiene rango de reportera. Ganó 108 mil 576 pesos en el trimestre final de 2019 y 867 mil 063 pesos durante el año que termina: casi un millón de pesos. Ella obtuvo dicha remuneración por “realizar entrevistas, notas y reportajes”.
Cabe señalar que Gibrán Ramírez dio un salto en el escalafón entre 2019 y 2020. Por ejemplo, de octubre a diciembre del año pasado cobró por concepto de conducción 204 mil 554 pesos. Los análisis se los pagaban por separado. Un trimestre de análisis le significaron 55 mil 680 pesos.
“SON LOS MENOS MILITARISTAS”
Debajo de Gibrán Ramírez, en la escala de percepciones de las voces filoamlistas subvencionadas por Canal Once, está el historiador, politólogo y académico Lorenzo Francisco Meyer Cossío.
El autor de “Su majestad británica contra la Revolución Mexicana” ganó 558 mil 990 pesos por sus análisis de siete meses, entre mayo y diciembre. El contrato correspondiente al periodo de enero a abril no aparece indexado en Compranet.
Es útil comentar que con frecuencia hay contratos que por omisión o por error no se integran a la sábana de Compranet, aunque estén en el sistema de consulta por proveedor.
Lorenzo Meyer es padre del secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del gabinete obradorista, Román Meyer Falcón. Lorenzo Meyer dijo recientemente en una emisión que los militares mexicanos “son los menos militaristas”, para defender la
participación del Ejército en las funciones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
SABINA, MÁS QUE JOHN
John Ackerman y Sabina Berman se venían desempeñando como conductores del programa John y Sabina. Hasta que, en la segunda mitad de este año, protagonizaron un episodio de odio mutuo, transmitido en directo por la televisora politécnica.
Aunque no todos los trimestres tuvieran el mismo valor, la suma semestral que Canal Once pagó a estos conductores fue de casi medio millón de pesos. El concepto registrado es el mismo que el de Gibrán Ramírez.
Por ejemplo, John Ackerman, exintegrante del Comité Técnico de Evaluación del INE (promovido por Morena) y esposo de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, ganó 173 mil 076 pesos en el trimestre que va de marzo a junio, y 283 mil 216 pesos de octubre a diciembre. Suman 456 mil 292 pesos.
En tanto, la dramaturga Sabina Berman obtuvo percepciones a través de contratos semestrales. El de junio a diciembre de 2020 fue de 456 mil 256 pesos. Pero ganó más en 2019: 1 millón 249 mil 301 un pesos. Y es que le pagaban por separado la tarea de “realizar la estructura del guión, escaleta o sinopsis”, un desafío por el que cobró 793 mil pesos.
“UN PAYASO VAGABUNDO”
Por esas remuneraciones, los comunicadores identificados con las posiciones de López Obrador han cedido a la tentación de atacar en sus transmisiones de Canal Once a comentaristas críticos del régimen. Los ataques más recientes fueron de Estefanía Veloz, contra el periodista Héctor de Mauleón y el comunicador Víctor Trujillo, en su papel de “Brozo”.
De Mauleón expuso en sus redes sociales que una mujer de nombre Hilda Cruz murió por contagio de Covid-19 después de suplicar atención en instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La hija del exfuncionario salinista Jaime Martínez Veloz emprendió una crítica contra De Mauléon en su transmisión de Canal Once.
Dijo: “Entre los ejemplos más recientes de información falsa, está el de Héctor de Mauleón. Este periodista replicó en Twitter el caso de una persona que pedía ayuda porque ningún hospital atendía a su hermana, enferma de Covid, que reportaba un nivel de oxigenación del 20%. Reportó esta situación a sus más de 350 mil seguidores y transmitió su indignación, pero lo que no hizo fue constatar la veracidad de los datos”.
Mencionó que para periodistas como De Mauleón “las palabras valen más que la verdad, mientras se ajusten a sus intereses personales”.
Respecto de Víctor Trujillo, que recientemente alertó sobre la posibilidad del uso electoral de la vacuna contra el Covid-19 por parte del gobierno federal, Estefanía Veloz dijo:
“La mala fe de los reaccionarios en México le ha llevado a usar múltiples disfraces con tal de hacerse un lugar en la discusión pública. Algunas veces se han presentado como expertos epidemiólogos, otras como defensores de los derechos humanos… y cuando ya de plano se les agota la imaginación, se enfundan en su piel más natural, la de payaso”.
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