La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, intentó evitar dar la disculpa a los padres de familia de los niños que fallecieron en el Colegio Rébsamen en el sismo de septiembre de 2017, para lo cual alegó desde que no era un tema personal hasta la “investidura” por su actual cargo, informó este lunes Latinus.
En la primera emisión del noticiario Loret en Latinus, dirigido por Carlos Loret, fue presentada la nota “La disculpa obligada”, de Ana Lucía Hernández, en la que se escucha el audio de una reunión por Zoom de la jefa de Gobierno con deudos de la tragedia del Colegio Enrique Rébsamen, en la que busca evitar dar ella misma la disculpa recomendada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), pese a su actual cargo y que cuando ocurrieron los hechos ella era delegada en Tlalpan, demarcación en la que ocurrió el derrumbe de la escuela.
En la grabación de la reunión de los padres de familia de las víctimas y Sheinbaum ésta pretende imponer tres argucias para evitar ofrecer ella misma la disculpa y pretende para ello solamente enviar a Martí Batres, secretario de Gobierno de la Ciudad de México.
La primera es que no se trataba de un asunto personal sino institucional: “La idea es que la disculpa pública del Gobierno de la Ciudad la hiciera Martí como secretario de Gobierno. Normalmente se hace así porque aunque sea la jefa de Gobierno, no es un tema personal, es un tema institucional la disculpa pública. Entonces ese es, digamos, el protocolo”.
Sin embargo, participantes en la reunión estuvieron en desacuerdo en que fuera Batres quien ofreciera la disculpa, y una madre incluso leyó el documento de la CNDH en el que menciona específicamente a la jefa de Gobierno, al lado del titular de la Secretaría de Educación Pública y de la alcaldesa en Tlalpan, como la encargada institucional de hacerla.
Ante los reclamos de los padres, Sheinbaum comentó: “Pensé que esto ya se había hablado con el comisionado. Pensé que iba a ser una reunión breve nada más para acordar todo. Entiendo que no, que no se había hablado de nada de esto”.
La segunda excusa de Sheinbaum fue buscar justificarse con el representante legal del gobierno capitalino, Néstor Vargas Solano: “Todo esto me lo planteó el consejero jurídico del Gobierno de la Ciudad”. Lo que prometió fue volverlo a consultar con él.
La última argucia fue la siguiente: “Nada más para que no vaya a haber ningún asunto jurídico: lo que significa la investidura de la jefa de Gobierno”.
Además, la funcionaria planteó a los padres que el encuentro se realizara a puerta cerrada, para lo cual arguyó: “Yo lo que quiero es que no haya sorpresas entre nosotros: si quieren que vayan medios, si no quieren que vayan medios”.
Según refiere Hernández, la reunión terminó sin que Sheinbaum aceptara ofrecer las disculpas.
Sin embargo, el pasado 2 de febrero, en el memorial de las víctimas del colapso del Colegio Rébsamen, Sheinbaum tuvo que presentarse en el acto y ofrecer las disculpas; hizo a un lado lo personal, lo protocolario y la “investidura”, y enfatizó que lo hacia “por convicción”.
La jefa de Gobierno fue la última en intervenir en aquel acto, en el que expresó: “Hoy estamos aquí para cumplir con una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pero también estamos aquí por convicción. Estoy aquí para ofrecer, como representante del Gobierno de la Ciudad de México, una sincera, y sentida y profunda disculpa pública a las víctimas y sus familiares por la irreparable pérdida derivada del colapso del Colegio Rébsamen durante el sismo del 19 de septiembre de 2017”.
En septiembre de 2017 ocurrió el derrumbe del Colegio Enrique Rébsamen, en la colonia Nueva Oriental Coapa, en Tlalpan, demarcación de la que era delegada Sheinbaum. Ese colapso costó la vida a 19 niños y siete adultos. Desde entonces se le ha atribuido a ella parte de la responsabilidad de esa tragedia porque, pese a las irregularidades que presentaba esa escuela, continuaba en funcionamiento.
Un par de años después, en noviembre de 2019, la CNDH, aún bajo la presidencia de Luis Raúl González Pérez, determinó que hubo una afectación a los derechos humanos de las víctimas del colapso de la escuela, lo que, estableció, se debió a “la negligencia de las autoridades, falta de supervisión, acciones y omisiones relacionadas con la seguridad estructural”.
Por ello, la CNDH emitió una recomendación dirigida a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México (ya entonces Sheinbaum), al titular de la Secretaría de Educación Pública y a la demarcación territorial Tlalpan a que repararan el daño, ofrecer una disculpa pública a las víctimas y a sus familiares, y realizar un memorial con el nombre de las personas fallecidas en el Colegio Rébsamen.