marzo 11, 2025

Compartir

En el reporte de seguridad sigue la feria de tendencias y promedios para maquillar las cifras de asesinatos en los más recientes dos gobiernos, como ocurrió con los datos presentados en la conferencia de prensa presidencial por Marcela Figueroa, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).   

Así, la titular del SNSP presentó gráficas con tendencias a la baja en homicidios, y en ellas resultan triunfadoras al comparar los principios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (las cifras más altas desde 2015, por cierto), cuando hubo 100.9 asesinatos, con octubre de 2024, cuando ese dato fue de 83, una disminución de 18 por ciento.

Por supuesto, la funcionaria señaló que en el gobierno de Enrique Peña Nieto había una tendencia ascendente, la que llegó a su punto más alto en febrero de 2019 (a los tres meses de la gestión del tabasqueño), y que desde entonces ha disminuido. Pero, aunque no lo refirió Figueroa, los occisos han sido más, como se puede ver: los niveles se mantienen altos, más altos que la mayoría de los meses reportados desde 2015.

En otro cuadro insistió en la reducción, pero con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía; la falla allí era evidente: en su cabeza refería el promedio diario de víctimas de homicidio doloso, y anunciaba: “De enero 2015 a octubre 2024”. Sin embargo, los datos presentados empezaban en 2018. Como se podía observar en el cuadro que había pasado con anterioridad, de 2015 a 2017 ese promedio fue menor, por lo que no era muy conveniente mencionarlo pese a que así lo anunciaron en este cuadro.

También presentó los estados con más asesinatos entre enero y octubre de este año: para satisfacción de Sheinbaum (quien seguía muy de cerca los cuadros), en Guanajuato se ha registrado el 10.3 por ciento del total nacional; Baja California, 8 por ciento; Estado de México, 7.6; Chihuahua, 6.7, y Jalisco, 6.

Las entidades que menos han tenido menos casos son Yucatán, 0.1 por ciento del total nacional; Durango, 0.2, y Baja California Sur, Campeche y Coahuila, con 0.3.

Sin embargo, ahora Figueroa se abstuvo de hacer lo que, accidentalmente, hizo Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana el 8 de octubre: el número de crímenes por cada 100 mil habitantes entre 2018 y 2024, donde aparecía que el estado con la tasa más alta era Colima, seguido de Baja California, Zacatecas, Chihuahua y Morelos. Entonces Sheinbaum le pidió al funcionario pasar rápidamente esa gráfica. De ello Figueroa tomó nota.

Además, entre los árboles de tendencias, tasas y promedios que permiten una maquillada a los datos de homicidios, se perdía el bosque: en los dos gobiernos recientes ha habido más asesinatos que en los anteriores, y se mantienen niveles muy altos.

Así, según datos del propio Secretariado Ejecutivo del SNSP, en 42 días del gobierno de Sheinbaum ha habido ya 3 mil 109 asesinatos, un promedio diario de 74. Apenas ha superado los altos números de López Obrador: en los primeros nueve meses del año hubo 20 mil 162, un promedio diario de 73.5.

La titular del SNSP sí destacó el caso de Sinaloa, que en abril llegó a tener un promedio diario de asesinatos menor a uno (0.93), pero que ha tenido un notable incremento tras el secuestro y detención de Ismael Zambada, “el Mayo”: septiembre, 4.17; octubre (primer mes del nuevo gobierno federal), 5.77, y noviembre, 3.91. A este fenómeno la funcionaria le llamó “pugna entre dos grupos de la delincuencia organizada”.

Y así siguió haciendo comparaciones entre los primeros meses del gobierno de López Obrador hasta octubre de 2024, con una versión extremadamente triunfalista: reportó que ha disminuido el promedio diario en delitos de alto impacto en 37.2 por ciento.

Aunque hay que decir que sí reconoció que esas tendencias no son en todos los delitos, como ocurre con la extorsión y, en los últimos meses, las lesiones dolosas con armas de fuego y robo de vehículo con violencia.

Autor