Dos meses después de las inundaciones que azotaron Poza Rica, los gobiernos de Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle, han dejado a su suerte a los damnificados de esa localidad, pues desde hace varias semanas dieron por terminados los apoyos.
En un reportaje de El Universal, se documentó que en algunas colonias del mencionado municipio como Las Gaviotas, aún puede apreciarse la presencia de maquinaria para el desazolve del drenaje colapsado por toneladas de basura; pero son los propios vecinos que, como pueden, se organizan para pagar de 40 mil a 100 mil pesos para que se lleven a cabo dichos trabajos de forma particular.
Al no contar con un servicio regular de drenaje y agua, que les impide realizar sus tareas más básicas como cocinar o lavar las escasas pertenencias que lograron rescatar, algunos colonos resolvieron abandonar sus casas mientras concluyen los trabajos de reparación; varias zonas de la colonia Las Gaviotas parecen “pueblo fantasma”. Los que ahí permanecen refieren que solo reciben el agua unas cuantas horas, un día a la semana.
Hay otros vecinos que no lograron regresar a sus hogares tras las torrenciales lluvias, pues la corriente del Río Cazones, prácticamente las dejó inhabitables, además de que aún hay áreas con agua estancada que representan un foco de infección que ya ha provocado enfermedades respiratorias, gastrointestinales y cutáneas en la población.
Otro problema que han tenido que enfrentar es la inseguridad, que afectado además de Las Gaviotas, otras colonias como Las Granjas, Magisterios, La Esperanza, Morelos y Lázaro Cárdenas, donde por los daños en sus casas, varios habitantes se han tenido que desplazas a otras regiones y han sido objeto de actos de rapiña de los pocos enseres que sobrevivieron y esperaban poder arreglar algún día.
Afirmaron que los apoyos que recibieron del gobierno resultaron insuficientes para todas las necesidades a cubrir; pero consideran que es obligación de las autoridades restablecer los servicios básicos en las zonas afectadas, pero según los testimonios recabados, ya se olvidaron de ellos, pues los funcionarios municipales y estatales les dijeron que hasta dentro de cinco meses atenderían la situación.
La actividad comercial tampoco se ha podido recuperar, pues muchos negocios, sobre todo pequeños, tuvieron que cerrar sus puertas ante la imposibilidad de recuperar las pérdidas y la falta de apoyos; otros sobreviven con ventas bajas y la incertidumbre de no poder resistir mucho tiempo así. Solo las grandes cadenas comerciales han tenido un mayor margen de recuperación.
Por lo que respecta a las actividades escolares, son pocos los planteles que operan con normalidad, pues la gran mayoría las clases se impartes de manera escalonada y ante la imposibilidad de implementar clases a distancia, solo se les han entregado cuadernillos a los estudiantes para cubrir el temario y salvar el ciclo escolar.
Por ejemplo la Escuela Primaria Estatal Club de Leones No. 1, de la colonia Lázaro Cárdenas, se encuentra sin mobiliario, libros ni materiales para poder recibir a los alumnos. Los maestros improvisaron pizarrones de cartón y organizaron una colecta para comprar 85 mochilas para que los niños pudieran regresar a clases. Es decir, el poco material con que cuentan es con ayuda de la propia gente.
Para ellos, quedaron atrás las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum , durante la gira que realizó en la zona el 11 de octubre, cuando en compañía de la gobernadora Rocío Nahle, aseguró que “nada les faltaría” a los damnificados por las lluvias. La realidad de los habitantes de Poza Rica es otra.
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