El Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor) ganó a Demos, Desarrollo de Medios, la empresa que edita el diario, el conflicto legal que mantienen desde hace dos años.
Los magistrados del Décimo Quinto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito ordenaron a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) que restablezca el contrato colectivo de trabajo que regía entre ambas partes al principio del conflicto.
A través de su editorial del 10 de septiembre, La Jornada informó sobre la resolución que el pasado 16 de agosto emitieron los magistrados José Guerrero Láscares, Juan Manuel Alcántara Moreno y Juan Alfonso Patiño Chávez.
El contrato, cabe recordar, fue impugnado por la empresa al señalar que las prestaciones contenidas eran mucho mayores a las que establece la Ley Federal de Trabajo y, por ende, hacían inviable su sostenimiento. No obstante, desde el inicio del conflicto, el Sitrajor, si bien emplazó en distintos momentos a la directiva a negociar las condiciones del contrato, sin llegar a ningún acuerdo, aseguró que la insolvencia del diario se debía a la mala administración de sus directivos.
La sentencia fue calificada por el medio como “irracional, incomprensible, contradictoria e incoherente”, toda vez que el Tribunal reconoce la difícil situación financiera que enfrenta Demos.
“Pero, aunque la resolución analiza, enumera y admite los problemas económicos a los que se enfrenta nuestra casa editora y se refiere a la inviabilidad en la que podría situarse, ordena, en forma por demás irracional que se reinstaure un contrato colectivo de trabajo cuya aplicación llevaría –los propios magistrados están conscientes de ello– al cierre del periódico, a la pérdida de cientos de puestos de trabajo y a la cancelación de un proyecto informativo de más de tres décadas que ha resultado fundamental para el desarrollo político del país y que se ha convertido en un punto de referencia imprescindible sobre el acontecer nacional e internacional”, escribe.
En el editorial, el diario también acusa de opacidad en el proceso, al señalar que tres sesiones se realizaron a puerta cerradas sin publicarlas en listas. Al respecto el Tribunal alegó que se trataban de continuaciones de la primera sesión que sí fue enlistada, según dice el diario.
“Esta manera de fabricar en lo oscurito una sentencia que puede significar la diferencia entre la subsistencia o el final de La Jornada obliga a preguntarse en qué medida la manifiesta incongruencia de la resolución es algo más que una falla del sentido común y de la lógica”, agrega.
La empresa asegura que buscará más instancias legales para hacer valer sus razones sobre la modificación total del contrato colectivo que asegure su viabilidad y subsistencia.
Al final del editorial, si bien hace mención sobre la crisis actual que viven los medios informativos a nivel mundial y nacional, La Jornada objeta sobre las “motivaciones” de los magistrados que podría traducirse en su cierre definitivo.
“Más allá de que Demos seguirá buscando en las instancias legales hacer valer sus razones para la modificación total del contrato colectivo para asegurar la viabilidad y la subsistencia del diario, cabe preguntarse qué motivó a los magistrados del Décimo Quinto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito a emitir una sentencia que podría traducirse, de prevalecer, en el cierre de La Jornada, y qué intereses podrían estar implicados en semejante fallo”.
Los conflictos económicos al interior del diario no iniciaron hace dos años, desde hace más de 15, el diario ya vivía una crisis financiera y administrativa que con el paso del tiempo se fue profundizando. Desde 2003, esta revista lo documentó.
En este sexenio, también de acuerdo a cifras oficiales que etcétera ha documentado, La Jornada ha sido de los tres diarios que más publicidad oficial recibe. Después de facturar en 2016 un total de 82 millones 220 mil pesos, en 2017 recibió 39 millones 961 mil 935 pesos.