El Sistema de Transporte Colectivo Metro gastó en el mantenimiento de la Línea 12 casi 11 mil millones de pesos de 2016 a 2021, pero el mismo no se dio a nivel estructural, según un informe que el nuevo director del sistema, Guillermo Calderón, presentó al Congreso de la Ciudad de México, en la modalidad de cuestionario parlamentario.
De acuerdo con el documento, del que da cuenta el diario El Universal, el funcionario que suplió a Florencia Serranía quiso dejar en claro que no fueron pequeños los recursos destinados al mantenimiento de la Línea 12 y que el propio sistema presentó diversas quejas ante la Contraloría de la CDMX por falta de mantenimiento y mala calidad de las refacciones.
Según Calderón, desde que la línea reabrió “hasta el 3 de mayo pasado, se ha realizado el mantenimiento con base en las recomendaciones del estudio técnico de Systra, establecidas en el Manual de Mantenimiento”.
No obstante, también dijo que los manuales de mantenimiento de Systra no incluían la manera de darle mantenimiento a la estructura, que fue justamente la que colapsó.
El documento no aclara si se inició algún procedimiento para exigir a dicha empresa la entrega de los manuales faltantes y por qué se siguió operando en ausencia de los mismos o si era deber de dicha empresa entregarlos.
Cabe recordar que de acuerdo al dictamen pericial revelado por el gobierno de Claudia Sheinbaum, las fallas del tramo colapsado y de toda la línea son estructurales, es decir, de origen. Este documento quiere abonar a esa percepción, al señalar que se cumplió debidamente con el mantenimiento.
Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya desestimó que tenga importancia dilucidar si la línea “estuvo bien o mal construida”, y dijo que lo importante es que se rehabilite. Esto, luego de que el empresario Carlos Slim le ofreció pagar la rehabilitación del tramo colapsado, no sin antes señalar que su empresa, Grupo Carso no es culpable, ya que cumplió con los estándares de calidad.
El exjefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, aseguró que tuvo que dar mantenimiento mayor a la Línea debido a las numerosas fallas de origen con que Marcelo Ebrard la construyó. A su vez, éste último se ha defendido asegurando que el gobierno Mancera recibió la obra sin queja alguna.
De acuerdo con el informe que Calderón entregó al Congreso capitalino, el grueso del gasto en mantenimiento se destinó a instalación y reparación de maquinaria, refacciones y accesorios de equipos menores de transporte, servicios de consultoría administrativa, procesos, técnica y en tecnología de la información.
El funcionario dijo además que de 2017 a 2020, el STC presentó 20 quejas ante la Contraloría capitalina, por falta de mantenimiento y mala calidad de las refacciones. No se detalla contra quien se presentaron dichas quejas, si fueron a nivel interno o contra proveedores, pero señala que 15 de esas quejas fueron por falta de mantenimiento y 5 por mala calidad de las piezas.
Según él, la actual administración del STC, hasta hace pocos días a cargo de Florencia Serranía, implementó un programa de monitoreo sistemático del tramo elevado, programa que ya se encuentra en poder de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, como parte de las investigaciones judiciales. Este programa no se entregó a los diputados, por esta misma razón.
Por su parte, el diario Milenio informó este 5 de julio que “desde su inauguración provisional el 30 de octubre de 2012, hasta su primer cierre de servicio el 12 de marzo de 2014, es decir en 17 meses, la Línea 12 del metro nunca recibió mantenimiento preventivo ni de funcionamiento ni de seguridad, lo que tronó vías, trenes y la estructura de la obra”.
Esta afirmación parte de documentos a los que tuvo acceso Milenio elaborados por la empresa Systra en 2014 y de diversas bitácoras elaboradas por el Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo dirigidas al entonces director del STC, Joel Ortega, quien, según estos documentos, se negó a dar mantenimiento a la obra y con ello, agravó sus fallas de origen.
Milenio cita el informe Acciones correctivas de la Línea 12, en el cual Systra manifestó que “existieron deficiencias en el mantenimiento desde la puesta en operación (30 de octubre de 2012) a la suspensión del servicio (12 de marzo de 2014) y la falta adecuada de atención de los problemas detectados”.
De acuerdo con este documento, Ortega, funcionario del entonces jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, recibió la obra con 3 mil 105 fallas y determinó omitir el mantenimiento adecuado, permitiendo que la Línea funcionara así durante meses, con el consecuente agravamiento de los daños, que eventualmente llevaron al cierre de la Línea para hacer reparaciones.
El informe dice que, debido a las fallas de origen, particularmente los problemas en los rieles, Ortega determinó bajar la velocidad de los trenes, lo cual era inevitable, pero que esta decisión, agravó el desgaste de las ruedas y las vías, llevando a su cierre por alrededor de 20 meses. Systra, a quien el actual gobierno de Claudia Sheinbaum, acusa de no haber entregado manuales para el mantenimiento estructural de la Línea 12, dijo en el mencionado informe de 2014 que “no hay riesgo de desarrollo vibratorio bajo el paso de los trenes por problemas estructurales”.
Es decir, Systra no informó que hubiera daños o vicios de construcción en el tramo elevado, lo que sí indicó el dictamen pericial divulgado por el gobierno de Sheinbaum el 16 de junio pasado.
Como es bien sabido, Systra siempre señaló como uno de los problemas más graves la incompatibilidad de trenes y rieles, daño que se agravó por la omisión de Joel Ortega.
*ofv