Un timo, origen del “Nobel de sustentabilidad” para Sheinbaum; ni en su sitio web anuncian el “premio”

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El pasado miércoles se anunció con bombo y platillo un presunto Nobel en sustentabilidad para la presidenta Claudia Sheinbaum; sin embargo, la organización que otorga ese premio tiene orígenes dudosos que hacen pensar en un timo. Muestra de su seriedad es que ni siquiera en su sitio web ha anunciado que la mandataria mexicana es su galardonada.   

El “galardón” que ha sido festejado por el Gobierno de México tiene orígenes oscuros, por decir lo menos, porque tiene muchas características de la simple búsqueda del más crudo beneficio económico que los familiares de los famosos buscan con su apellido y que, cuando menos, se acercan a un engaño.

En septiembre de 2007 The New York Times publicó un reportaje titulado “The Nobel Prize That Wasn’t” (El premio Nobel que no fue), de Barnaby J. Feder, en el que relata cómo un pariente ya lejano de Alfred Nobel quiso lucrar con su apellido para obtener algunos miles de dólares.

Allí se cuenta que Michael Nobel, sobrino bisnieto de Alfred Nobel, se acercó a los organizadores de una conferencia sobre nanotecnología llamada NanoTX’07 para proponerles nuevos premios, entonces dedicados a la energía alternativa, y hasta dijo contar con el apoyo de su familia. Aquellos aceptaron y lo hicieron público.

Sin embargo, Michael Nobel pidió, para la presentación, al menos 25 mil dólares, además de que planteó encargar a una casa productora de espectáculos la presentación de los galardones, que serían cuatro, dedicados a gobiernos, científicos, industria y celebridades, cada uno dotado con 25 mil dólares. Y el tipo hasta presumió contar con el respaldo de “los coreanos”.

Sin embargo, muy pronto recibieron una comunicación de la Fundación Nobel, en la que no sólo les informaba de la separación en 2006 de Michael Nobel de la Sociedad de la Familia Nobel, de la que había sido jefe, por su actividades no autorizadas como representante. Por ello, les advirtieron de acciones legales contra la creación de un premio que llevara su nombre.

Ante tan contundente comunicación, los organizadores de NanoTX’07 prácticamente se deslindaron de Michael Nobel y borraron su nombre de su sitio web. Le avisaron de lo ocurrido sin recibir respuesta.

Aquel intento de timo es el origen del hoy tan celebrado premio concedido a la presidenta Sheinbaum.

El pasado miércoles Marcelo Ebrard, secretario de Economía, mediante un video que difundió en redes, informó que Nobel Sostenaibility Trust otorgó la medalla a la contribución más sobresaliente de 2024 a la presidenta Claudia Sheinbaum por sus iniciativas en la Ciudad de México.

Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, reprodujo en su cuenta de X el documento de la Nobel Sustainability Trust en el que se informa a la presidenta de que le ha sido otorgada su Medalla de Contribución Destacada en Sostenibilidad. La dudosa “distinción” a Sheinbaum es por “sus excepcionales esfuerzos y su compromiso inquebrantable para avanzar en iniciativas se sustentabilidad en México”.

La Fundación de Michael Nobel también dice que Sheinbaum, recalcitrante promotora de la atrasada, costosa y contaminante política energética de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, ha mantenido “políticas y enfoques innovadores que contribuyen significativamente a la conservación del medio ambiente, la adopción de energías renovables y el desarrollo urbano sostenible”.

Y Michael Nobel invita a Claudia Sheinbaul al show de entrega de la medalla, a realizarse en la Universidad de Berkeley los días 20 y 21 de noviembre, en el que, dice, estarán miembros de la familia Nobel, familias de la realeza, fundaciones caritativas y líderes de las Naciones Unidas (no menciona a científicos entre esa pléyade, por cierto).

Pero, extrañamente, en la página de la Nobel Sostenaibility Trust, en la parte correspondiente a noticias, en su más reciente comunicado, actualizado por última vez el 6 de octubre, se anuncian sólo tres premiados: el doctor Mathis Wackernagel y los profesores Klaus Butterbach-Bahl y Jiuhui Qu, de quienes se presentan semblanzas con su respectivas fotografías. A ellos se les entregarán sus reconocimientos en San Francisco el 20 y el 21 de noviembre.

Pero en esa parte del sitio web de la fundación dedicada a sus premios 2024 por ningún lado aparece Claudia Sheinbaum hasta este 31 de octubre. Al respecto, hay que hacer notar que el documento enviado a la presidenta mexicana por Michael Nobel, difundido por Bárcena, está fechado el 1 de octubre, por lo cual no se explica por qué no aparece en el comunicado de prensa actualizado hasta el 6 de octubre ni que tampoco haya mención al respecto hasta la fecha en su sitio web.

Además, el documento de Michael Nobel dirigido a Sheinbaum para avisarle de su reconocimiento indica que fue dado en Estocolmo, Suecia, aunque el domicilio para hacer contacto con la fundación es Zúrich, Suiza, según su sitio web. Por si fuera poco, la Nobel Sostanaibility Trust fue creada en 2007 (el año en que fue publicado el referido reportaje de The New York Times) por cuatro miembros de la familia Nobel, encabezados por Michael y Peter.

Pese a todo ello, este jueves, en su conferencia de prensa, Sheinbaum agradeció el “comunicado”, dijo que “no es que nosotros hayamos gestionado el premio” y que le daría “mucho gusto ir” a recibirlo, aunque, por agenda, podría mandar a alguien en su representación.

Y, populista al fin y al cabo, agregó que “para mí, el mayor privilegio es servir al pueblo, más allá de los títulos y reconocimientos académicos o al servicio público. Es un privilegio enorme”.

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