Las Dos Naciones, una de las cantinas tradiciones en el Centro Histórico de la Ciudad de México, cerró sus puertas, no sin antes intentar de “diez mil maneras” mantener su concepto entre las nuevas generaciones.
El pasado domingo dio servicio por última vez, tras 70 años de ser “un museo de memorias, historias y evocaciones”, como afirma su actual propietario, Christian Ruiz.
En la céntrica calle Bolivar, el abuelo de Christian abrió la cantina que él administró hasta ayer.
“Las ficheras son el alma del arrabal en México (…) Con el cierre de Las Dos Naciones se pierde una tradición”, que intentó conservar, incluso bajo el concepto de museo. “Es un lugar donde se guardan los momentos, algo único”, añade.
Su propietario niega que el cierre de Dos Naciones se deba a la falta de éxito, la razón, para él, son los excesivos costos de renta, la falta de acceso vehicular al centro de la ciudad, así como una mala interpretación del concepto. “Sólo un milagro la podría salvar”, lamenta.
Según él, la idea de baile y compañía de Dos Naciones, nunca estuvo ligado al comercio sexual, como muchos lo asocian.
Dos Naciones fue heredera de la tradición de cantinas españolas que llegó a México a mitad del siglo XX. En este lugar hubo presentaciones de libros, documentales, lectura de poesía y la música en vivo.
(Con información de El Universal)
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