Luego de no poder ser vendido, el avión Boeing TP-01 “José María Morelos y Pavón”, será traído de regreso a México tras permanecer más de un año estacionado en el hangar de un aeropuerto en California, Estados Unidos, para lo cual el Gobierno de México gastó alrededor de 17 millones de pesos en los primeros nueve meses de su gobierno.
Durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional, el director de Banobras, Jorge Mendoza, dio a conocer que con el apoyo de la oficina de transparencia de la ONU se hicieron varios avalúos, de los cuales el más reciente calculó el precio del llamado avión presidencial en 130 millones de dólares; asimismo afirmó que en el año que permaneció en territorio estadounidense hubo varias ofertas de compra incluso por encima del valor de referencia, pero por distintas razones ninguna se concretó.
“En junio de 2019, el estudio de mercado realizado por la oficina de transparencia de las Naciones Unidas identificó 42 potenciales compradores de 16 países. En julio de ese mismo año, 12 de los potenciales compradores manifestaron su interés por la aeronave, 11 de esos 12 fueron invitados para presentar una propuesta económica, seis presentaron posturas de las cuales la oficina, repito, de las Naciones Unidas seleccionó dos que presentaron propuestas por encima de avalúo. Entre septiembre de 2019 estos dos potenciales compradores presentaron posturas y realizaron jornadas de inspección y valoración. Hasta el momento, sin embargo, ninguna de las posturas ha prosperado en la formalización de la compra-venta”, detalló.
A decir del funcionario, el objetivo de traerlo de vuelta a México es relanzar el proceso de venta para que sea adquirido por un comprador único o en copropiedad; incluso no descartó la posibilidad de que pueda rentarse.
Por su parte, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador negó que fracasara la venta de la aeronave; adujo que se trata de un proceso complejo y tampoco se trataba de malbaratarlo. Insistió en que es una compra que nunca debió hacerse porque se trata de un avión demasiado grande y costoso que no es práctico para viajes cortos, de menos de cinco horas de vuelo.
“Es una mala operación desde el principio, hasta técnica. Ya lo dijimos, lo que pasa que no se tomó mucho en cuenta, pero hasta para usar un avión de transporte en beneficio del presidente es un avión muy grande, demasiado grande, demasiado costoso. Quienes saben de esto hablan de que este avión tiene que volar en promedio cinco horas, hacer vuelos de cinco horas, no de una, de dos horas. Para ir a Tijuana, para ir a Cancún ni siquiera son cinco horas, o sea, es muy grande”, manifestó.
Tras reconocer que aún no hay ofertas de compradores en México, adelantó que propondrá a empresarios que le ayuden a “reparar el daño” que se hizo con la adquisición del avión presidencial y lo puedan alquilar con propósito de negocios; ofreció que el dinero que se recaude se pueda etiquetar para destinarlo al sector salud para adquirir muchas cosas que se requieren en ese rubro.
“Si logramos eso, queda el avión en México, ellos les podrían dar un uso adecuado y nos ayudan, porque de una u otra manera ese dinero se va a utilizar. Incluso hasta podríamos hacer el compromiso con ellos de que el dinero se etiquetara a equipo médico, a todo lo que hace falta para mejorar la atención en hospitales públicos para la gente que más lo necesita. No sólo sería el que tengan ellos este avión para su servicio, sino también que aporten, que nos ayuden, o sea, que reparemos un daño entre todos o que nos ayuden a reparar el daño”, señaló.
López Obrador arremetió contra sus adversarios y periodistas que ahora lo critican por no vender el avión y por lo que se gastó en mantenerlo guardado en Estados Unidos, cuando antes no cuestionaron el derroche que significó su adquisición y lo que se gastaba en los viajes que se hicieron en esa aeronave.
“Para tener toda la información, porque nuestros adversarios, los que compraron el avión o los que aplaudieron por la compra del avión o los que no quieren que se venda el avión, hablan del costo elevadísimo de llevarlo a Estados Unidos y del mantenimiento, se está hablando. Treinta millones es lo que ha costado todo el año mantener el avión allá en la revisión, porque tenemos la bitácora de lo que se le ha hecho, porque los compradores tuvieron que hacer una revisión a fondo y todo aquello que no funcionaba se puso a funcionar. Todo esto ha significado un costo. Pero bueno, para hacer cuentas, 30 millones. Yo les decía que un viaje a Argentina, sólo en internet, por servicios de internet siete millones y agreguen botellas de agua y gel, y corta uñas y rastrillos, y papel sanitario y todo, son los 30 millones un viaje, o sea, si a esas vamos”, fustigó.
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