A cuatro años, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa ratificó una resolución de la Auditoría Superior de la Federación que afirma que en la construcción del monumento llamado “Estela de Luz”, verificada en el sexenio de Felipe Calderón, se registró un millonario daño al erario.
De acuerdo con la sanción emitida en 2019 por la ASF, ratificada este miércoles por el TJA, el responsable directo es Carlos Sánchez Gutiérrez, subgerente de construcción, además de varios trabajadores de una empresa subsidiaria de Pemex.
Según la sanción de la ASF, los responsables incurrieron en múltiples pagos en exceso (en acero, transporte y montaje) que derivaron en un daño millonario al erario y en que el costo final sobrepasara los mil millones de pesos.
Por unanimidad, los magistrados de la sala superior del TFJA ratificaron la evaluación hecha en 2019 por la ASF, que Sánchez Gutiérrez había impugnado, argumentando que no se valoraron sus elementos de prueba.
La Estela de Luz fue un monumento encargado por el entonces presidente Felipe Calderón como parte de las celebraciones del bicentenario de la Independencia. Desde su construcción generó innumerables críticas, debido al grave retraso que registraron las obras y el hecho de que el sistema de iluminación no funcionaba como era debido.
En febrero de 2013, en el informe de revisión de la Cuenta Pública 2011, la ASF informó que la Estela se había pagado con un sobrecosto de casi 400 millones de pesos.
“Como resultado de las revisiones practicadas, la ASF determinó que se efectuaron pagos improcedentes por 248.9 mdp en el insumo principal del monumento que es el acero estructural, y 150.3 mdp por la incorrecta integración de precios extraordinarios y por diferencias en volúmenes y conceptos de obra. El monto total de las operaciones observadas sumó 399.2 mdp”, dijo entonces.
El costo total fue de mil 304 millones de pesos. Se pagó el concurso arquitectónico, los estudios técnicos previos, la construcción y la ceremonia de colocación de la primera piedra, encabezada por Felipe Calderón.
Además, la obra fue concluida con 15 meses de retraso, pues la idea era que quedara lista en septiembre de 2010. Pero fue hasta enero de 2012 que Calderón la inauguró, en ausencia del entonces secretario de Educación, Alfonso Lujambio, encargado de los festejos.
“La Estela de Luz está llamada a iluminar el siglo XXI mexicano. Y más allá de las naturales controversias que este tipo de obras suelen generar, será un icono de la ciudad capital”, dijo Calderón.
Sin embargo, su predicción no se cumplió, ya que la Estela de Luz nunca pudo dejar atrás el estigma de corrupción e ineficacia que rodeo su construcción, además de que los capitalinos enseguida la bautizaron como la “Suavicrema”, por su semejanza con esa popular galleta.
Actualmente, la Estela de Luz no representa ningún referente especial para el capitalino y en numerosas ocasiones ha sido usada como punto de protesta en contra del gobierno.
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