En un duro editorial tras los hechos de violencia ocurridos en el Capitolio, sede del Congreso de Estados Unidos, The New York Times (NYT) responsabiliza al presidente Donald Trump de lo sucedido y propone que sea enjuiciado política y penalmente.
Para el diario norteamericano en su editorial titulado “Trump Is to Blame for Capitol Attack”, el asalto del Capitolio fue provocado por la retórica sediciosa de Trump, quien, con sus operadores republicanos en el Congreso incitaron el violento ataque de miles de personas. En la agresión incluso murió una mujer. Eso debe tener consecuencias.
Trump provocó esos acontecimientos con sus alegatos de fraude electoral, por lo que llamó a sus seguidores a marchar al Capitolio y pelear. El diario menciona que mientras ocurría el asalto a la sede del Congreso norteamericano, el presidente estadounidense se abstuvo, durante horas, de intentar detenerlo y defender la Constitución. Cuando lo hizo, les reiteró que le robaron la elección pero que se fueran a sus casas. “Fue el proceder de un hombre que no estaba dispuesto a cumplir con sus deberes como presidente ni a afrontar las consecuencias de su propio comportamiento”, dice NYT.
Por lo anterior, el periódico norteamericano considera que “el presidente debe rendir cuentas, a través de procedimientos de juicio político o enjuiciamiento penal, y lo mismo ocurre con sus seguidores que incurrieron en violencia”.
Además de expresar que la conducta violenta vivida hoy debe ser rechazada porque puede sentar un precedente, el NYT no exentó de responsabilidad a los líderes de Partido Republicano, porque al difundir mentiras sobre las elecciones han socavado la confianza en la democracia y han llevado a sus militantes a considerar la violencia como una vía necesaria.
Al destacar entre esos dirigentes al senador Ted Cruz, NYT menciona la pretensión del Partido Republicano de “mantener su poder político sobre la base de la privación del derecho al voto”, para lo cual incluso puede llegar a la violencia.
El NYT se pregunta si el término del gobierno de Trump significará el inicio de “una época aún más oscura y dividida o el final de una”. Y concluye con un llamado a los republicanos para que pongan fin a sus ataques retóricos a la democracia estadounidense y a defender a la nación “a la que juraron servir”.