La Unión Europea y sus Estados miembros, Noruega y Suiza, condenaron el asesinato del periodista Jacinto Romero Flores, e instaron a las autoridades mexicanas a garantizar la seguridad de los comunicadores y a aclarar los crímenes contra ellos.
Mediante un comunicado, la organización europea condenó el homicidio de Romero Flores, ocurrido la semana pasada en Veracruz, y manifestó su solidaridad con su familia y amigos. Destacó que el reportero había recibido amenazas de muerte por su labor, y que se trata del segundo crimen contra periodistas ocurrido en Veracruz durante este año.
A juicio de la Unión Europea, Noruega y Suiza, el asesinato de Romero Flores “demuestra una vez más el preocupante grado de violencia e intimidación al que se enfrentan muchos periodistas en México”. Además, señalaron la falta de resultados en las investigaciones de crímenes cometidos contra periodistas en el país.
Ante ese escenario, llamaron a las autoridades mexicanas a que “desplieguen todos los esfuerzos posibles y lleven a cabo investigaciones expeditas y transparentes con el fin de identificar y juzgar a los responsables para que no haya ‘zonas de silencio’ donde ningún periodista se atreva a trabajar”.
Finalmente, también llamaron a garantizar la protección de los periodistas en México.
Este comunicado de la Unión Europea y sus Estados miembros, Noruega y Suiza, se suma al que el viernes pasado dio a conocer la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, cuyo representante, Jesús Peña, también señaló que el asesinato de Romero Flores es “evidencia del contexto de vulnerabilidad y riesgo en el que se ven orillados a desarrollar su labor muchos periodistas en México. Informar, opinar o criticar debería ser un trabajo normal en una democracia y no una actividad de riesgo. Cuando quienes usan los micrófonos enfrentan las balas, toda la sociedad pierde”.
Peña agregó: “Es necesario que haya una investigación exhaustiva que rompa con el ciclo de la impunidad, un ciclo que mata y genera temor. Esclarecer este asesinato, y todos los homicidios de periodistas que pagaron con sus vidas el haber informado, es la única manera de garantizar a familiares, amistades, colegas y a la sociedad en su conjunto que la libertad de expresión será garantizada frente a quienes creen tener el poder para decidir lo que debemos decir y lo que podemos escuchar”.