En una carta de su puño y letra difundida en sus redes sociales, Rosario Robles acusó que “la venganza de unos, la cobardía y el silencio cómplice de otros, y una procuración de justicia selectiva me tienen aquí”, en referencia a que sigue su proceso en prisión.
Por su parte, la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, consideró que Robles podría enfrentar su proceso en libertad por no haber sido acusada de delitos graves.
La exfuncionaria federal, al cumplir un año presa, dijo que está encarcelada “porque me llamo Rosario Robles. También porque soy mujer”, y denunció que está acusada por “una omisión (que no de corrupción) que no merece prisión, se han violado mis derechos al debido proceso y a la presunción de inocencia”.
Mencionó que, en comparación, a otros se les ha acusado de delitos más graves y se les respetan sus derechos, y que incluso “a los delincuentes del crimen organizado se les ha dejado flagrantemente en libertad”.
Buena parte de la carta de Robles está dedicada a subrayar su carácter de mujer, y en ella sustenta su defensa: “Quieren borrar una vida entera de lucha por mejorar nuestro país, y por abrir espacios y pelear por los derechos de las mujeres. Quieren borrar mi historia, anularme, silenciarme. No es la primera vez. A mujeres que se han atrevido a subvertir el orden patriarcal se les ha condenado; se les ha mandado a la hoguera o a la guillotina, se les ha obligado a vestirse de hombres para ser reconocidas o confinadas a un convento. Miles han sido asesinadas por su pareja; a otras nos mandan a la cárcel para excluirnos, borrarnos”.
También hace referencia a la situación actual que enfrenta el país por la Covid-19, “al duro hecho de que más de 55 mil familias mexicanas están de luto y abandonadas en su dolor, que muchos tienen hambre, que cientos de miles se han quedado sin trabajo y que muchas madres tendrán que optar entre trabajar para darle de comer a sus hijos o quedarse en casa para hacerle de maestras o cuidadoras porque el Estado ha delegado en ellas lo que es su responsabilidad”.
También se dice orgullosa “porque las mujeres rompan las cadenas que las atan (hay una ley Robles, por ejemplo)”, y que en su estado actual ha podido con vivir con las mujeres “olvidadas entre las olvidadas”.
Pese a su situación, Robles, quien se encuentra en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, agradece por estar viva y sana, por la salud y fuerza de su hija Mariana, porque “mi familia y amigos se encuentran bien y no me abandonan”.
Por otra parte, Olga Sánchez Cordero, en entrevista para Radio Fórmula, expresó que Robles no debería estar en Santa Martha Acatitla.
La funcionario federal expresó que le parece que “por los delitos que se le acusan o imputan, cuando menos en la época donde ella supuestamente los cometió, no hay prisión preventiva; es decir, puedes enfrentar tu proceso en libertad. Tan es así que no era delito grave ni la corrupción ni las facturas falsas. Entonces pues ella podría enfrentar su proceso en libertad”.
Epigmenio Mendieta, abogado de Robles, informó que la exsecretaria de Estado ha perdido entre 8 y 10 kilos en la cárcel, además de que padece hipertensión y toma antidepresivos.
Apenas ayer el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manera, relacionó a Robles con daños patrimoniales por 15 mil millones de pesos, además de decir que no ofreció colaborar para investigar la Estafa Maestra.
Ello motivó la respuesta del equipo defensor de Robles, que aclaró que la exjefa de Gobierno del Distrito Federal no está acusada de daño patrimonial ni de delitos graves que ameriten prisión, por lo que Gertz Manero violó el debido proceso y la presunción de inocencia.