Furioso, herido en su orgullo y diciéndose víctima de un intento de censura, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que se quejará del juez que le ordenó ya no hablar de Xóchitl Gálvez, a quien apodó “la Innombrable”.
Voy a acusar al juez por “su actuación sectaria, ilegal e injusta”, se quejó, luego de decir que el bloque conservador está defendiendo “a la Innombrable”.
Luego de que ayer dijo en tono resignado que no volvería a hablar de ella, este martes volvió a la carga, luego de saberse de la orden judicial que le indica cesar en su “discurso de odio” y de “malicia”.
Así, entre él y Luisa María Alcalde, titular de la Secretaría de Gobernación, cargaron en contra del juez Martín Santos, que en el pasado se ha pronunciado en contra de diversas iniciativas de su gobierno.
“Le voy a contestar al juez, porque la ‘malicia efectiva’ es de su parte, y le voy a enviar formalmente un escrito al Consejo de la Judicatura en contra del juez por todos sus antecedentes y por su actuación sectaria, ilegal e injusta, además politiquera”.
Y aseguró que él no acostumbra “hacer eso”, es decir, quejarse ante el CJF, pero resulta que tal institución no “hace nada” ante jueces que actúan “de manera arbitraria y con evidente interés en favor de grupos de la delincuencia organizada o de la delincuencia de cuello blanco”.
A su vez, la titular de Segob dijo que el juez busca “silenciar al presidente”, lo cual afecta la democracia.
Queremos informar esto “por la preocupación de que se está extralimitando en sus facultades y aprovechándose un amparo se toman decisiones que violentan la libertad de expresión, no solo del presidente de México, sino el derecho también a la información de todas las mexicanas y mexicanos y por supuesto afecta con ello a la democracia”, dijo, como si impedir la difamación de una persona implicara negar información a la ciudadanía.
Alcalde exhibió al juez Santos, acusándolo de oponerse a la venta de cigarrillos electrónico y de defender el uso de personajes en los empaques de pastelitos y botanas.
AMLO apodó a Xóchitl Gálvez con la misma palabra que hace muchos años le endilgó al expresidente Carlos Salinas de Gortari, su villano favorito durante varias décadas.
“El bloque conservador quiere regresar por sus fueros, por eso están en todo, estos fueron los de los amparos en contra de la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, los amparos en el Tren Maya y estos son los amparos a favor o defendiendo a la Innombrable”, despotricó.
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