Yasmín Esquivel Mossa dio por cerrado el caso por el plagio de su tesis de licenciatura tras la sentencia de una jueza que le reconoce la autoría, mientras que la UNAM respondió categóricamente a sus abogados: ese juicio no implica a la UNAM, que seguirá su tarea académica de revisión del asunto y continuará litigando para poder dar a conocer sus resultados.
La mañana de este jueves los defensores de Esquivel Mossa dieron a conocer que una jueza de la Ciudad de México, María Magdalena Malpica Cervantes, dictó una sentencia “firme e inatacable” en la que determina que la ministra sí fue la autora de su propia tesis de licenciatura y que, por lo tanto, es la legítima titular de los derechos de autor de esa obra intelectual.
Además, los abogados de la ministra afirmaron que, con la sentencia, el procedimiento que sobre el caso de plagio de la tesis de licenciatura mantiene el Comité de Ética de la UNAM ya se queda sin materia, por lo que debe ser dado por concluido.
También anunciaron que pugnarán para que las medidas jurídicas para que la UNAM no pueda pronunciarse sobre el resultado de sus investigaciones sin tomar la sentencia de la jueza en consideración.
Con esa determinación y sin tomar en consideración otros juicios que se mantienen sobre el asunto, Esquivel Mossa dijo que da por terminado el tema del plagio y que continuará impartiendo justicia.
“En lo personal, con esta determinación, yo doy por concluido el tema y continúo, sin distracciones, con mi compromiso -de hace más de 38 años en el servicio público- y la obligación legal y moral que tengo con la impartición de la justicia en México, como Ministra de la SCJN”, escribió Esquivel Mossa en su cuenta de Twitter.
También comentó que la resolución de la jueza “confirma lo que dije y probé desde el inicio”: que es la autora de su tesis de licenciatura realizada hace 36 años, lo que, afirmó, “queda probado en definitiva”.
Pocos minutos después del mensaje de la ministra, la UNAM dio a conocer un comunicado en el que explica que nada tiene que ver con el juicio y la sentencia que han festejado Esquivel Mossa y sus abogados.
La UNAM aclaró que apenas se entera del juicio entre Esquivel Mossa y Édgar Ulises Báez Gutiérrez por los derechos de autor de la tesis referida, que la UNAM no es parte de ese procedimiento y que ni siquiera tiene acceso al expediente porque se mantiene clasificado como “secreto”.
Por ello, explicó la universidad, “los alcances de esta sentencia, por tanto, no obligan a la Universidad ni comprometen sus funciones académicas sustantivas. Esto debe quedar claro para evitar confusiones ante la opinión pública”.
Por el contrario, la UNAM anunció que se seguirá defendiendo de otro juicio, el civil que le fue notificado el 27 de abril, que le impide difundir el dictamen del Comité Universitario de Ética sobre el plagio.
La máxima casa de estudios también informó que sobre el asunto del plagio hay dos juicios de amparo y dos juicios civiles promovidos por la defensa de la ministra, que forman parte de una situación jurídica “que solo busca obstaculizar y retardar nuestra labor”.
La institución también recordó que existe incluso una denuncia penal contra Esquivel Mossa por supuesta falsedad de declaraciones, además de que en la Suprema Corte de Justicia de la Nación el ministro José Luis González Alcántara Carrancá prepara un proyecto sobre el asunto por denuncias administrativas contra la ministra.
También la UNAM llama a Esquivel Mossa a desistirse de los juicios para que el Comité Universitario de Ética pueda concluir su trabajo académico.
En sendas entrevistas con Carlos Loret de Mola, Eduardo Andrade, del equipo de abogados de la ministra, y Hugo Concha, abogado general de la UNAM, reafirmaron sus posiciones.
Según Andrade, la sentencia tiene efectos generales al llevarse como registro de derechos de autor, “y vale frente a todos”, lo que incluye a la UNAM, por supuesto.
Dijo que si la UNAM se asume como una parte contra Esquivel Mossa, debería haber ido a un juicio civil para determinar la autoría de la tesis. El Comité Universitario de Ética no puede llegar a una conclusión jurídica distinta a la de la jueza sobre el derecho de autor, lo que ninguna otra autoridad puede determinar.
A su vez, Concha explicó que el juicio fue contra Báez Gutiérrez, quien ni siquiera compareció y aun así se llegó a la resolución, además de que la UNAM no forma parte de ese juicio “que se llevó en lo oscurito”. Agregó: “Yo no veo que esto modifique en nada las tareas académicas que la universidad quiere llevar a cabo”.
Insistió en convocar a Esquivel Mossa que retire los juicios que mantiene contra la UNAM y que deje proseguir las tareas académicas para que se pueda dar a conocer “lo que un comité académico encontró con evidencias académicas, lo que no es ningún tipo de resolución judicial”.
“El caso contra Édgar Báez, sí, cerrado, de acuerdo, nadie está discutiendo eso; pero de ahí a que se quiera proyectar lo que se resuelve en contra de la parte involucrada en el juicio a otras partes, a otros, más a una universidad que tiene tareas académicas (y que, además, por cierto, se les olvida que es autónoma), pues no tiene nada que ver”, aseguró Concha.