Vocifera Trump:
“México manda a su gente, pero no la mejor, sino gente con un montón de problemas, de drogas, crimen, violadores”.
Pero ¿qué nos ha hecho Donald Trump? En verdad, nada. Sólo escupe una verborrea xenófoba que financia con pérdidas millonarias en su fortuna:
—Las cadenas de TV estadounidenses con audiencia mexicana Univisión y la NBC rompieron sus relaciones comerciales con el emporio de Trump.
—Por la parte mexicana lo hicieron Carlos Slim, segundo hombre más rico del mundo, y Televisa, la empresa de TV más fuerte en lengua española.
—Ora TV, una cadena fundada por Slim y el presentador estadounidense Larry King, también canceló un programa con una empresa de Trump.
Pero Trump no pasa de denigrar a México en una campaña política. En cambio, México es uno de los países que peor tratan a los inmigrantes y superó a Estados Unidos en detenciones y deportaciones de centroamericanos.
Un estudio publicado por Migration Policy Institute indica que el Programa de la Frontera Sur de México provocó este año la deportación de 173 mil inmigrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador, quienes querían transitar por aquí hacia Estados Unidos.
La mitad de las capturas de personas que buscan un mundo mejor se producen en Chiapas, Veracruz y Tabasco, a causa de una estrategia de control migratorio que es policiaca, cuando se debería tratar como un asunto de derechos humanos.
México vigila la frontera e instala retenes y redadas en centrales de autobuses y hoteles, porque no respeta la defensa del derecho a la movilidad humana ni los derechos de los migrantes a buscar mejores condiciones de vida que, empero, sí reclama a Estados Unidos para nuestros connacionales.
Trump dice tonterías a título personal, aun cuando crean un entorno de virulencia en contra de una minoría y eso se acerca al fascismo, pero él no toma decisiones de Estado. Pero aquí nos cerramos a los migrantes como norma oficial.
Además de que la corrupción y la colusión de autoridades municipales, estatales y el INM incrementan el abuso contra los migrantes. En su libro Bienvenidos al Infierno del Secuestro. Testimonios de Migrantes, Mauricio Farah incluye el siguiente relato:
“Uno de nosotros escapó de la casa de seguridad y se presentó a denunciar con los federales y le dijeron ‘no te preocupes, te vamos a ayudar’ y lo llevaron con Los Zetas y éstos le dijeron: ‘Para que aprendas, te vamos a cortar la mano, cabrón’. Y se la cortaron”.
Y sigue impune el asesinato a sangre fría de 58 hombres y 14 mujeres centroamericanos en San Fernando, Tamaulipas, en 2010, a manos del crimen organizado.
¿Y Trump?
Hombre, Trump es un niño de teta al lado nuestro.
Este artículo fue publicado en La Razón el 24 de Septiembre de 2015, agradecemos a Rubén Cortés su autorización para publicarlo en nuestra página