A favor de un frente amplio, pero que tenga…

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El problema del frente amplio que proponen PAN-PRD para impedir que en 2018 el presidente sea otro priista o AMLO, es que han puesto la carreta delante de los bueyes: lo único que saben es que quieren ganar, pero no tienen la remota idea de cómo lograrlo. Porque:


1.- Se trata de un partido de derecha y de uno de izquierda, aun cuando en amplios sectores del PAN y del PRD les vale sorbete la ideología y sólo les importa cómo ganar una gubernatura, o llevarse los 149 mil pesos mensuales de una diputación o los 236 mil pesos de una senaduría.


2.- Carecen de una plataforma programática sobre qué hacer cuando ganen la Presidencia. Es decir, cuáles programas de la derecha y cuáles de la izquierda serán implementados. Porque en ninguna de las seis gubernaturas que han ganado en alianza instrumentaron nada de eso.


La verdad más sencilla es que nadie en el frente amplio tiene idea de cómo piensa controlar las tensiones que se generan en un gobierno de coalición real: la lucha de contrarios entre lo que propugna la derecha y lo que propugna la izquierda.


Por ejemplo, la derecha impulsa la libertad con orden, la compasión, el mercado, la competencia, la eficiencia, la propiedad y el emprendimiento. Y la izquierda plantea la libertad con igualdad, la justicia, el Estado, la colaboración, la participación, la solidaridad y la regulación.


Pero PAN-PRD sólo pretenden sacar al PRI de Los Pinos e impedir que entre AMLO. Quieren ganar juntos porque ninguno puede solo. Y no está mal, aunque estaría mejor si quisieran ganar para mejorar al país.


Porque en los seis estados que ganaron desde 2010 no cambiaron nada. Quintana Roo está peor: en los primeros cinco meses de este año sumó 158 homicidios, 59 más que en igual periodo de 2016. En siete meses hundieron al estado que convirtió a México en el noveno país más visitado del mundo.


Veracruz registró en los primeros cinco meses de este año 625 homicidios, 302 más que en el mismo periodo de 2016. Además de que en ese tiempo contrajo una deuda de 11 mil millones de pesos, una cifra superior, por ejemplo, a toda la del gobierno de Miguel Alemán (tres mil millones).


Sin contar que el PRD no consiguió en ninguna de las seis gubernaturas (Sinaloa, Puebla, Oaxaca, Quintana Roo, Durango y Veracruz) introducir programas sociales de izquierda, ni el PAN acelerar la economía con los programas de emprendimiento de la derecha.


Es difícil estar en contra de un frente amplio que busque lo mejor para México. Pero se necesita, primero, un frente amplio que tenga idea de qué quiere para México.


Eso… ayudaría mucho.



Este artículo fue publicado en La Razón el 29 de junio de 2017, agradecemos a Rubén Cortés su autorización para publicarlo en nuestra página.

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