El presidente López Obrador está abriendo la aviación mexicana, pero sin paracaídas para la industria nacional. Parecería existir un enojo presidencial porque las aerolíneas mexicanas, léase Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, ya no han seguido usando con intensidad el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, una de las obras icónicas de la 4T.
El problema con el AIFA fue su mala planeación. Se construyó e inauguró sin vías de acceso y sin transporte público para llegar a él.
El AIFA, además, sufrió otro problema: el gobierno obradorista perdió la Categoría 1, entonces desde el Felipe Ángeles no se puede volar hacia Estados Unidos.
NUÑO SÍ ENTENDIÓ, PERO…
Jorge Nuño, el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, sí entendió el problema aéreo. Incluso, buscó reactivar el Felipe Ángeles sin una apertura en contra de la aviación nacional. Fue a Washington con el subsecretario Rogelio Jiménez Pons y el general Vallín, director de la Agencia Federal de Aviación Civil, buscando reactivar la Categoría 1 para que, desde México, las aerolíneas nacionales puedan aumentar vuelos hacia Estados Unidos.
Lamentablemente, la postura de Jorge Nuño no pudo ser la hegemónica, al tratarse de una obra icónica del Presidente.
AMLO, QUE BAJEN PRECIOS
El mandatario ya había externado la apertura total de la aviación y envió los cambios a la Ley de Aviación Civil y de Aeropuertos, donde se busca abrir la aviación nacional, sin ninguna regla para la industria mexicana.
Para el presidente López Obrador, la apertura hará que las aerolíneas mexicanas bajen el precio de sus pasajes al volar dentro de México.
BELTRANENA Y CONESA, PISO PAREJO
Y aquí tenemos un serio problema: abrir la aviación sin reglas claras, sin reciprocidad, sin suelo parejo entre aerolíneas mexicanas y extranjeras, es confundir todo.
Enrique Beltranena, el director de Volaris, ya nos decía que su aerolínea es de bajo costo, pero que en la apertura pediría reglas parejas y, desde luego, reciprocidad.
Aeroméxico, dirigida por Andrés Conesa, también quiere reglas parejas.
De la misma manera opina VivaAerobus y todas las demás aerolíneas regionales.
¿Qué puede pasar? Que las grandes aerolíneas, como Avianca, United, American Airlines, Copa Airlines, al venir a México bajen los precios de manera ficticia, truenen a las aerolíneas mexicanas y se queden con las mejores rutas.
¿De verdad usted cree que las aerolíneas extranjeras van a querer tomar rutas regionales que no son rentables? Desde luego no. La apertura aérea, sin reglas, sin exigir reciprocidad, sin apoyo a la industria nacional, va a ser un desastre. Inocentemente se cree que van a bajar los precios y eso puede pasar en un primer momento, pero después las aerolíneas extranjeras van a depredar el mercado, se quedarán con las mejores rutas, volverán a subir precios. El reto no es abrir, sino crear una política de aviación de desarrollo y competencia.
EBRARD, BUENROSTRO Y VILLALOBOS, LO QUE NO SE DIJO
No sabemos por qué el gobierno mexicano insiste en comunicados escuetos, que sólo mencionan el haber obtenido un diálogo constructivo en torno al maíz, cuando la Representación Comercial de Estados Unidos sí da a conocer los pormenores. La Representación Comercial dijo, en torno a la prohibición de México de importar maíz amarillo, que el gobierno mexicano les presentó propuestas para evitar la prohibición y que es un reconocimiento del gobierno obradorista de necesitar ir por una misma vía de solución.
En otras palabras, otra vez la delegación mexicana y la estadunidense parecen haber tenido distintas apreciaciones de una misma reunión, lo cual no está bien.
La delegación mexicana fue encabezada por Marcelo Ebrard (Cancillería), y estuvieron Víctor Villalobos (Agricultura), Raquel Buenrostro (Economía), María Luisa Albores (Medio Ambiente), Alejandro Svarch (Cofepris), Roberto Velasco (Cancillería) y Esteban Moctezuma (embajador).
Este artículo fue publicado en Excélsior el 19 de diciembre de 2022. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.
