En un sector con la complejidad de operación como el de las telecomunicaciones, cobra particular importancia la responsabilidad del Estado de definir una estrategia de política pública y regulatoria. En este aún novel año, los principales campos identificables son los siguientes.
Para la conectividad
Desde la administración anterior, se puso en marcha el Programa México Conectado, hoy denominado “Internet para todos”; en ambos casos, su cometido principal es y sigue siendo dotar de conectividad en sitios públicos como escuelas, hospitales, parques y bibliotecas. Sin duda un paliativo a la incapacidad de que los individuos y los hogares cuenten con conectividad propietaria. En su denominación actual recibe el carácter de programa prioritario de gobierno, pero con una partida presupuestal de tan sólo 662.8 mdp, que se anticipa insuficiente para cumplir con el mandato constitucional de la conectividad.
Otro proyecto es la Red Troncal Nacional de Telecomunicaciones, que como en otros casos de despliegue y articulación de infraestructura, entra a un periodo de incertidumbre con el anuncio de replanteamiento de las bases para su licitación.
Importante también dar continuidad a las “Disposiciones de Acceso para Telecomunicaciones a la Infraestructura del Sistema Eléctrico Nacional”, vigentes desde el 1 de enero del 2019, así como al programa de arrendamiento de inmuebles del Estado para el desarrollo de redes de telecomunicaciones.
A partir de estas acciones se dará acceso a recursos de infraestructura, como remedio normativo para eliminar un cuello de botella en la provisión de servicios de telecomunicaciones.
Administración del espectro radioeléctrico
Otro componente esencial radica en el espectro radioeléctrico, respecto al cual desde el año pasado IFT dio a conocer su “Programa Anual de Uso y Aprovechamiento de Bandas de Frecuencias 2019”.
Con el objetivo de hacer un uso eficiente del espectro radioeléctrico, detonar la competencia, la convergencia, la innovación, la diversidad e introducción de nuevos servicios de telecomunicaciones y radiodifusión (radio y televisión) en beneficio de los usuarios finales, se prevé la asignación cierta de nuevas bandas de frecuencias. Entre estas 10 MHz en la banda 1710-1780/2110-2180 MHz y la adjudicación adicional de segmentos disponibles en la banda 2500-2690 MHz (Banda 2.5 GHz).
Instrumentos de competencia efectiva
Un elemento para fomentar más inversiones es la gestación de competencia efectiva.
Si bien se cuenta ya con una regulación asimétrica, como la aplicable en las tarifas de terminación de llamadas y la obligación de prestación de servicios mayoristas del operador preponderante (América Móvil), queda pendiente la separación funcional de su división mayorista y minorista.
En meses próximos deberá tener lugar el nuevo ejercicio de revisión bianual, en la que el regulador deberá constatar los avances en la implementación y cumplimiento de su cometido, o en su caso, profundizar en su diseño y aplicación.
Defensa ante embates de contrarreforma
Casi un lustro después de la determinación de la preponderancia en telecomunicaciones, la métrica de reducción del peso en el mercado de ese agente tan sólo se ha reducido 4.5 puntos porcentuales, al alcanzar una razón de 59.6%, de acuerdo con información del IFT al segundo trimestre del 2018.
En este sentido, el gobierno debe resistir los intentos persistentes del preponderante por echar atrás en tribunales la regulación asimétrica, de evitar la aplicación de medidas por la vía de presiones sindicales, de emplazamientos a huelga y bajo manifestaciones de subinversión en sus redes, así como para extender su dominio en mercados de contenidos audiovisuales.
Con todo, los principales indicadores del sector apuntan a un mayor dinamismo. Es importante que las acciones regulatorias y de política sectorial sigan acompañando ese desempeño tan necesario para el país.
Este artículo fue publicado en El Economista el 17 de enero de 2019, agradecemos a Ernesto Piedras su autorización para publicarlo en nuestra página.