Los detractores de Andrés Manuel López Obrador dicen que sus planteamientos políticos corresponden a la época de Luis Echeverría; sin embargo, en lo que se refiere a la comunicación gubernamental AMLO se fue más atrás, hasta el sexenio de Lázaro Cárdenas, quien en 1936 decidió concentrar toda la comunicación oficial en el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad (DAPP), un ente similar —con las diferencias obvias de coyuntura histórica— al que López Obrador se propone construir.
Aparato costoso
El futuro presidente dijo el 11 de julio: “Van reducirse los cargos que se duplican… En el tema de la comunicación hay direcciones de prensa en cada secretaría (y) hasta en organismos descentralizados: todos tienen su dirección de prensa. ¿Qué incluye?: director general, directores de área, hay uno para prensa escrita, otro para radio, otro para televisión, otro para imagen, otro para publicidad, otro para medios nacionales, otro para medios regionales, otro para medios internacionales…, es un aparato costosísimo… Ya no va a ser así: se va a concentrar todo el manejo de la comunicación del gobierno en una sola entidad”.
El 15 de julio el anuncio se “oficializó” en el número 20 de los “50 lineamientos de austeridad republicana”: “Se suprimen todas las estructuras y programas duplicados (el documento menciona a “oficinas de prensa” y “publicaciones”) y estas funciones o programas se centralizarán en una sola unidad o coordinación dependiente de la secretaría relacionada con los asuntos en cuestión”.
El DAPP
En 1936, Cárdenas presentó a la Secretaría de Hacienda el proyecto de crear el DAPP y le solicitó dictaminarlo. Algunos puntos de la respuesta fueron:
1) “Un Departamento Autónomo de Publicidad produciría… orden en materia de publicaciones oficiales. En la actualidad cada Ramo cuenta con organismos encargados de estas actividades, pero todo resulta en medio de gran desorden y con gasto crecidísimo”; 2) Según Hacienda, el gobierno gastaba un millón de pesos en “publicaciones oficiales”, costo que se podría reducir con un programa a cargo de Talleres Gráficos de la Nación, entidad que se encargaría de atender las necesidades editoriales de las diversas dependencias con el fin de evitar la contratación de imprentas particulares; 3) Instalar el DAPP costaría 100 mil pesos. Comenzó a funcionar el 1 de enero de 1937.
Semejanzas
En el DAPP quedaron concentradas todas las atribuciones gubernamentales relacionadas con los medios de la época: prensa, publicaciones, radio y cine. El organismo despareció en 1939 como producto de la derrota del cardenismo al interior del Partido de la Revolución Mexicana y la victoria de la corriente que impulsó la candidatura de Manuel Ávila Camacho en las elecciones presidenciales de 1940.
Hay semejanzas entre el DAPP y el ente que planea López Obrador en cuanto al ahorro de recursos públicos; habrá que ver si las tienen también en lo político. El DAPP fue una estructura para diseñar y controlar la información gubernamental y para responder ataques y críticas al Presidente, incluso se ocupaba directamente de generar o de promover productos mediáticos y tenía atribuciones de “supervisión y autorización” que después pasaron y se mantienen hasta hoy en la Secretaría de Gobernación.
Coexistencia
Conoceremos en los próximos meses el proyecto preciso de López Obrador en materia de comunicación gubernamental: objetivos, estructura, funciones detalladas, costos y el nombre de su director. El ahorro de recursos es plausible, pero si la duplicación de puestos y gastos es nociva, la centralización de funciones puede serlo también si deriva en concentración de poder en una entidad o una persona.
Creo que las oficinas de comunicación en cada dependencia se pueden conservar; debe recordarse que manejan información especializada y por eso constituyen “fuentes” específicas; claro, tendrían que operar de manera eficaz, sin duplicidad de funciones, ser transparentes y, sí, también austeras, con el personal estrictamente necesario. Reestructuradas pueden estar coordinadas con la entidad que planea AMLO, a menos que se quiera construir un aparato de información gubernamental monolítico, sin fisuras. El DAPP fue dirigido por Agustín Arroyo Ch. ¿Quién será su equivalente en la entidad que creará el próximo gobierno?
Este artículo fue publicado en Milenio el 19 de julio de 2018, agradecemos a Fernando Mejía Barquera su autorización para publicarlo en nuestra página.