Una distribución diabólica del dinero del Estado: el gobierno gasta unos mil millones de pesos más en contratar militares, que en contratar médicos; y sacó 280 mil millones de pesos de las escuelas de tiempo completo, para meterlos en la refinería de Dos Bocas.
Se prefiere a los soldados por encima de los doctores, pese a que la orden del presidente es “abrazos y no balazos” y aunque se registren 120 mil asesinatos en tres años; mientras que el Covid-19 pandemia ha cobrado la vida a más de medio millón de mexicanos.
Ciertamente no son necesarios más soldados en este momento en México, pues el el propio presidente presume que detiene menos criminales que sus antecesores; y que su gobierno cuida a los miembros de las bandas criminales. ¿Soldados para qué, entonces?
En cambio, el gobierno abre menos plazas de médicos para ahorrar recursos, a pesar de que México aparece en la lista de la OMS entre los países que subestimaron el Covid-19 e interrumpieron la atención médica, por lo cual registra más de 626 mil fallecidos.
Por “austeridad republicana”, el gobierno crea menos plazas para médicos (Anexo 7, Presupuesto de Egresos 2019 a 2022). Pero en 2020 contrató médicos cubanos, a razón 10 mil 700 dólares mensuales por cada uno; y traerá a 500 médicos cubanos más.
A la vez que se crea más plazas de soldados que de médicos, fueron eliminadas las escuelas de tiempo completo, que daban estudio y alimento gratuitos a 3.6 millones de niños pobres; mientras la secretaria de Educación se apresta a ser candidata a gobernadora.
La posición del presidente ante la educación tampoco ayuda, pues afirma que, quienes no creen en su gobierno, “tienen de licenciatura pa’ arriba”. Además, otorgó la rectoría de la educación a la CNTE, que 1989 boicotea la educación en el país.
Además, eliminó el Programa de Estancias Infantiles de Apoyo a Madres Trabajadoras, que en el gobierno anterior otorgaba más de cinco mil millones de pesos. Ni escuelas de tiempo completo ni estancias infantiles, pero inyecta más recursos a refinar petróleo.
Como sea, la ecuación para al menos la próxima década del país, parece nefasta: habrá menos médicos y peor educación, en tanto que el Ejército será muchísimo más poderoso, aun cuando ya supera en efectivos a 13 ejércitos de la OTAN.
Además de que el Ejército es la institución con más dinero en México, y la que más facilidades legales tiene para actuar sin rendición de cuentas, transparencia, reglas, licencias ni permisos para realizar los negocios que hace con dinero público.
Para nada es buena noticia para una nación, contar con más soldados que médicos y estudiantes.
Peor: soldados que manejan más dinero que armas.