México Libre estará en las boletas del 2021. Es una buena notica porque fortalecerá la pluralidad y coloca un referente de contraste frente al partido en el poder.
El expresidente Felipe Calderón es de los pocos políticos que ha salido a defender su legado y que ha planteado la rectificación en la configuración del poder político.
Margarita Zavala, la impulsora del proyecto, logró entrar en la contienda presidencial por la vía de la candidatura independiente, aunque optó por renunciar antes de los comicios de 2018 para dar margen, precisamente, a la construcción de una nueva organización y que no tuviera que cargar con malos resultados en las urnas.
Formar un nuevo partido no es nada fácil y ello es así porque las medidas para lograrlo son bastante duras. Se requieren de 3 mil afiliados en 20 entidades o 300 afiliados en 200 distritos, pero además, el número no puede ser menor al 0.26% del padrón, esto es 232 mil 263 afiliados, tomando en cuenta que hay en el listado electoral 89 millones 332 mil inscritos.
De 1991 al 2018, 22 partidos perdieron su registro, lo que da cuenta de que la prueba de las urnas tampoco es un trámite sencillo.
Para Calderón y Zavala no vienen tiempos tranquilos, porque son vistos como adversarios claros de la actual administración y porque cargan, además, con su separación del PAN, el partido tradicional de la derecha y con presencia en gobiernos y legislaturas.
Lo interesante es que Calderón se enfrentará de nueva cuenta a Andrés Manuel López Obrador, aunque en una circunstancia muy distinta a la de 2006, donde el abanderado panista ganó la contienda presidencial por un puñado de votos.
Por ello no es casual que Calderón sea un cliente frecuente de las conferencias mañaneras que rinde López Obrador y que su paso por Los Pinos sea cuestionado en todo momento.
Las tormentas han estado presentes y la más copiosa, y aún amenazante, es el juicio que se sigue a Genaro García Luna en Estados Unidos por una presunta colaboración con el narcotráfico. Si bien Calderón no tiene responsabilidad alguna, sí puede cargar con los costos políticos y mediáticos de ese enredo y ello lo explotan muy bien desde Palacio Nacional.
Para México Libre hay una ventana de oportunidad si es capaz de seducir al electorado que se desencantó con el panismo, pero también a quienes no ven con claridad que se esté generando una opción a Morena.
La primera y extenuante tarea de cumplir los requisitos previos está resuelta, con las salvedades de las revisiones que tiene que hacer el INE, y ahora viene la verdadera batalla, la de lograr hilvanar una propuesta que haga sentido y que sea competitiva el año próximo. Interesante, sin duda, la nueva prueba de las urnas.