viernes 05 julio 2024

Carta a Marcelo Ebrard

por Marco Levario Turcott

Marcelo Ebrard:

El destino te llegó. Uno no puede pasar la vida jugando a ser el segundo lugar engañando a los demás con que busca ser el primero. Desde 1994 cuando apoyaste a Manuel Camacho en sus juegos de artificio, hasta ahora que, por tercera vez, has sido relegado. Te gustan “las victorias morales”, no los triunfos políticos y por eso en 2012 esparciste la especie de un sacrificio para que fuera otro y no tú, el abanderado de la oposición a la presidencia, eran los tiempos en que Mario Delgado decía que eras tú quien debió ser el candidato. Luego tras una breve estancia en París, donde fuiste para evadir probables costos por tus yerros en la Línea 12, llegaste a EE.UU. para apoyar a Hilary Clinton quien quedó en segundo lugar en el proceso electoral estadounidense (otro segundo lugar).

Arribaste a México poco antes de que se formalizara la tercera candidatura de López Obrador, en 2017, luego de un acuerdo entre éste y el presidente EPN para que terminara lo que tú llamaste “persecución” y así te pusiste en la antesala del gabinete. Lo merecías, o eso creíste, supongo, porque habías seguido a tu líder cuando declinaste en su favor en 2000, para que él fuera jefe de gobierno del DF. Y empezaste a tambor batiente como titular de la SRE emprendiendo tareas que fueron más allá de tu cargo formal y, aunque eso te implicó observar y callar sobre diversas tropelías, la clave era que, en los primeros tres años de este gobierno, tu crecías.

Conoces las trampas del gobierno y Morena como pocos. Por eso no es creíble que te sorprendas con las trapacerías que hubo en el proceso interno del partido para elegir a su candidato a la presidencia. Nunca fuiste una posibilidad porque la decisión del presidente estaba tomada e incluso la informó el 29 de septiembre de 2021, cuando señaló con su dedo a “la señora” como ahora le llamas. Y así la historia se fue embonando porque te gusta el segundo lugar que es, a final de cuentas, en el que quedaste en ese proceso y el mismo sitio al que podrías aspirar como candidato independiente o de MC, partido con el que mantienes contactos en estas horas porque sabes que tu estructura territorial es superior a la de ese partido y porque entiendes lo que podrías darle a Dante quien, mientras no haya decisión, seguirá deslindándose de la vieja clase política (a la que tu perteneces).

¿No te ha llamado “la señora”? No lo hará. Jamás olvidará la afrenta que para ella significa que te tomaras en serio esto o tu sobreactuación. Ahora intentas hacer lo que te enseñó Manuel Camacho, generar expectativas mientras ganas tiempo a ver si te habla AMLO y sondear con los legisladores y destacados militantes que te apoyan, si seguirían haciéndolo en el caso de que, en serio, rompieras con Morena porque sabes que podría haber una operación de Estado en tu contra si al presidente no le convienen tus movimientos. Hasta donde me dicen fuentes cercanas a ti, lo único cierto entre las seis hipótesis que has manejado, es que no te integrarías al Frente, pero lo importante es que, en todo caso, tu vocación de segundo lugar se pondría en juego porque es a lo más que podrías aspirar frente a Xóchitl Gálvez quien, si hace un ejercicio serio de autocrítica y no se deja avasallar por los partidos, ganaría en 2024.

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