Como si la corrupción no fuese el tema

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A dos días para que termine el periodo ordinario de sesiones del Congreso, la creación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) no nace (ni nacerá, remata el pesimismo).


En mayo de 2015 el Presidente Peña Nieto promulgó la reforma constitucional que quiere ver vivo al SNA. Acompañado de “todos” para la foto, el mandatario dijo: “la misma incredulidad que en su momento generó la transición democrática es la que hoy existe en torno a nuestra capacidad como nación de combatir la corrupción”.


Hay que buscar peritos forenses en procesos legislativos para entender qué ha pasado, cómo es que cuando el Presidente hizo lo suyo, cuando los partidos políticos se arrebataban micrófonos para reclamar la paternidad de tan sensible iniciativa, cuando empresarios, académicos y colectivos sociales aplauden y apoyan los trabajos, el SNA simplemente no aparece (ni aparecerá, insiste el pesimismo).


El 27 de mayo del año pasado Enrique Peña Nieto ilusionó: “Pero estoy seguro de que, así como los mexicanos hemos logrado consolidar nuestra democracia, así también habremos de vencer este desafío; se trata de una reforma contra la impunidad”.


A lo mejor lo que nos hace falta es otra reforma contra la impunidad legislativa. ¿Qué le va a pasar a los líderes, jefes, tlatoanis de la política nacional que bloquean la aprobación de quizá la reforma más próxima a la ciudadanía, que combate el origen de tanta apatía y descrédito político a nivel nacional? Nada (adelanta el pesimismo de nuevo, hoy desatado).


Las elecciones del próximo 5 de junio serán una aduana democrática más, de la cual saldrán revisiones sobre los retos y las estrategias que cada partido y cada entidad establecieron. Seguramente el fenómeno independiente aportará nuevos insumos al análisis.


Vendrán reflexiones íntimas y públicas, que si tal o cual gobernador fue un lastre, que si la táctica del lodo, la filtración y el espionaje funcionan, que si el prestigio presidencial sumó o restó y, lo más sabroso, nacerán muchos nuevos pronósticos para 2018, cómo se acomodan las fichas tricolores, amarillas, azules, verdes, morenas, turquesas y naranjas.


¿Qué será del Comité Coordinador, del Consejo Nacional para la Ética Pública y el Comité de Participación Ciudadana, que coordinados entre sí harían realidad las políticas que en materia de prevención, corrección, combate a la corrupción y promoción de la integridad pública se diseñaron?


El Sistema Nacional Anticorrupción entró vivo al proceso legislativo de diputados y senadores, el calendario electoral es el que es desde el principio, no hay catástrofes en el país que expliquen su descarrilamiento. Vivo entró y a dos días para que bajen la cortina no se ve salir. Desaparece.


La impunidad política peligra, lo que resulte de ello pronto lo sabremos. Más independientes, nuevos personajes, más acciones y menos rollos. La corrupción es tema y también deuda social por ser cobrada.



Este artículo fue publicado en La Razón el 28 de Abril de 2016, agradecemos a Carlos Urdiales su autorización para publicarlo en nuestra página

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