John Ackerman e Irma Eréndira Sandoval fueron beneficiarios del presupuesto del Ifai/Inai. El instituto les publicó un libro y fueron fans irredentos hasta que les cortaron la llave del dinero.
Además de la incongruencia, ¿podemos dejar las facultades de transparencia en manos de la funcionaria que reservó el acceso al procedimiento con el que inhabilitó a la revista Nexos? La iglesia en manos de Lutero…