Es un escándalo. Excélsior dio a conocer el llamado de auxilio de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES). En México, las mafias les cobran un derecho de piso hasta por 100 mil pesos mensuales a las gasolinerías en estados como Michoacán, Oaxaca, Puebla, Tamaulipas, Guerrero y Baja California.
La delincuencia organizada golpea la actividad económica del país. No es nuevo, pero los índices delictivos y de extorsión se han incrementado en los últimos años.
Basta ver el último sondeo de la American Chamber México, la Cámara de Comercio que reúne a la mayoría de empresas estadunidenses instaladas en nuestro país.
La AmCham detectó en su Sondeo de Seguridad Empresarial 2022 que el 57% de las empresas gasta de entre 2% y 7% de su presupuesto anual en seguridad. Otras empresas gastan todavía más. Y conste, hablamos de empresas medianas a grandes extorsionadas, de más de 250 trabajadores. ¿Ahora imagínese la extorsión a pequeñas empresas?
Tan sólo a inicios de año vimos un problema mayúsculo con el Super Bowl. Las exportaciones de aguacate mexicano, tradicional para el evento deportivo, se debieron frenar. Representantes del crimen organizado habían amenazado a un inspector de Washington.
Y ya ni se diga con el caso del limón, el fruto que estuvo costando carísimo por meses y todo porque la delincuencia organizada exigía cuotas para transportar el limón.
La inseguridad es un impuesto costoso para poder trabajar en México. En la más reciente encuesta sobre expectativas de especialistas del sector privado, levantada en mayo por el Banco de México, los analistas privados ponen en el mismo nivel de preocupación la inflación y la inseguridad, con 14% del total de preocupaciones cada uno.
Durante la comida de la semana pasada con el presidente López Obrador, el Consejo Mexicano de Negocios, encabezado por Antonio del Valle, le pidió al Presidente más certeza y, entre ella, atacar la enorme inseguridad que priva en el país. Los empresarios tienen problemas de delincuencia tanto en su entorno como en el transporte carretero.
Es necesario que se vean los resultados de la estrategia para combatir los delitos, decía Antonio del Valle. Los empresarios ven la seguridad como un factor clave para invertir y dinamizar la actividad económica.
El derecho de piso, los robos, las extorsiones y la delincuencia en carreteras se han convertido en una constante para trabajar en México. Lastimosamente, ya le llaman “un impuesto asociado” a operar en nuestro país.
SLIM, DE FCC A METROVACESA
El empresario mexicano Carlos Slim Helú volvió a salir de compras. Y donde le gusta. En España, en el terreno inmobiliario. Dueño de una de las principales constructoras, FCC, así como de otra firma, Realia. Ahora Slim buscó adquirir Metrovacesa, una promotora de vivienda. Puso sobre la mesa una Oferta Pública de Acciones para quedarse con el 24% de Metrovacesa. Sin embargo, la oferta fue aceptada a la mitad. Slim tendrá el 16.87% de Metrovacesa, quedando todavía por debajo de Santander, poseedor del 49.3%, y del BBVA, con el 20.8 por ciento.
El empresario mexicano ya vio valor en la construcción e inmuebles en España. De seguro no quitará el dedo del renglón en esta nueva inversión. Y revisando temas de inversión en España ya tiene a Alfonso Salem Slim y a Alejandro Aboumrad, dos de sus principales ejecutivos.
Este artículo fue publicado en Excélsior el 21 de junio de 2022. Agradecemos a José Yuste su autorización para publicarlo en nuestra página.