El partido de vuelta de la final del Torneo Clausura 2019 de la Liga MX, entre el León y Tigres, que fue transmitido en exclusividad para televisión restringida en nuestro país por Fox Sports, y que también fue transmitido por Claro Sports (propiedad de América Móvil) a través de YouTube, sirvió para mostrar con nitidez que a The Walt Disney Company (Disney), las condiciones que le impuso el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para autorizarle la adquisición de Twenty-First Century Fox (21CF) le tienen sin cuidado, sobre todo por lo que hace a “mantener la viabilidad económica, valor comercial y la competitividad del negocio a desincorporar”.
Para empezar, según reportaron varios televidentes que seguían el partido por los canales Fox Sports, de pronto se vieron sorprendidos cuando escucharon en el audio de esta transmisión la voz del comentarista Enrique Bermúdez, mejor conocido como el Perro Bermúdez, quien en realidad estaba comentando el mismo partido pero para la transmisión de Univisión en Estados Unidos. Además de que también hubo algunos reportes de cómo en ciertos momentos de la transmisión las pantallas de miles de televidentes se iban a lo que se conoce como pantalla en negros. Así que fue evidente el descuido en la producción de la transmisión de este importante evento deportivo en nuestro país.
Muy probablemente, estos descuidos tuvieron que ver con que el partido de vuelta entre León y Tigres haya obtenido un rating incluso menor que el que Fox Sports habría logrado con el partido de la semifinal entre León y América que Fox Sports también transmitió en forma exclusiva el domingo 19 de mayo, según reportan las agencias que miden ratings en nuestro país.
Este desempeño se da en el contexto de que, según lo reportó el 21 de mayo pasado en un diario de circulación nacional, Disney removió a quien hasta hace poco comandaba los destinos de Fox Networks Latin America y Fox Sports en México y Brasil, Carlos Martínez. Este tipo de movimiento directivo es algo que Disney se comprometió expresamente con el IFT a no llevar a cabo durante el plazo que éste le fijó a Disney para desprenderse de Fox Sports México, como condición para que se le autorizara la adquisición de 21CF, lo que está formalmente señalado en la condición 8.2.2.8, “Conservación de la viabilidad, valor comercial y competitividad del Negocio a Desincorporar”.
Por virtud de esa condición 8.2.2.8, Disney quedó comprometido, entre otras cuestiones, a “tomar todas las medidas para incentivar que el personal clave permanezca laborando en el negocio a desincorporar”. Entendiéndose como personal clave, según la propia resolución del IFT, a “todo el personal necesario para preservar y mantener la viabilidad y competitividad del negocio a desincorporar, que incluye entre otros, directivos, gerentes, administradores, talento y creativos”. Es evidente que en el caso del directivo Carlos Rodríguez, ello no se cumplió.
Pero mi afirmación de que las condiciones que el IFT le impuso a Disney para autorizarle la adquisición de 21CF le tienen sin cuidado se basa también en el hecho de que Disney le propuso al regulador que la figura del administrador independiente, para efectos del periodo de desincorporación de Fox Sports, sea realizada por Benjamin Pyne, quien trabajó durante 25 años para Disney, los últimos 10 como alto directivo de Distribución de Contenidos. El problema de esto es que el propio IFT le puso como condición que quien tuviera esta función debía ser alguien que no se ubicara en situación de conflicto de interés, en relación con Disney, principalmente. ¿Cómo puede alguien señalar que no tiene conflicto de interés con Disney cuando después de ser un alto ejecutivo durante 25 años dejó el cargo apenas un año antes de que se presentara ante el IFT la notificación de la concentración? Pareciera que al IFT ya no le interesa cuidar este expediente de tan alto relieve.
Este artículo fue publicado en El Economista el 28 de mayo de 2019, agradecemos a Gerardo Flores Ramírez su autorización para publicarlo en nuestra página.