lunes 08 julio 2024

Edomex: la disputa territorial

por Angélica Recillas

Tres variables serán determinantes para la victoria en las próximas elecciones en el Estado de México más allá de las candidaturas y sus respectivas campañas: la tasa de votación en los principales municipios, la influencia de los programas sociales en los votantes, así como el papel de las autoridades electorales. 

El 70 por ciento del padrón de 12 millones y medio de votantes del estado se concentra en 20 municipios, la mayoría en la zona conurbada con la Ciudad de México y algunos en el Valle de Toluca. 

El comportamiento del electorado en estos 20 municipios ha sido variable en cada una de las 11 elecciones celebradas en la entidad desde la alternancia en el gobierno federal en el año 2000, tres para gobernador y ocho para ayuntamientos y legisladores, incluyendo la de 2021. 

El mayor desafío para ambas coaliciones será la conquista de los votantes en estos municipios, especialmente de los indecisos, y lograr vencer la sombra del abstencionismo, que ha empañado gran parte de los comicios en el estado. 

El “voto duro” de cada opción política estará determinado en gran medida por los programas sociales que tanto a nivel local como federal se distribuyen en el estado.

Otro factor a tomar en cuenta será el papel que jueguen los órganos electorales del estado, tanto el Instituto Electoral (IEEM) como el Tribunal Electoral (TEEM), cuya imparcialidad se ha puesto en entredicho por considerar que su conformación es predominantemente de influencia priista.

Entre el priismo dominante y la alternancia

En 1990 únicamente cinco municipios del Estado de México eran gobernados por la oposición; para los comicios de 1993 sumaron 11, pero fue a partir de 1996 cuando se concretaron los cambios más significativos en la geografía electoral mexiquense, al ganar los partidos de oposición 49 municipios, entre ellos algunos de los más poblados, como Naucalpan, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl, Cuautitlán Izcalli y Toluca. 

Desde entonces comenzó a formarse en el poniente de la entidad el famoso “corredor azul”, con municipios gobernados por el PAN, mientras que en el oriente el PRD hacía lo propio, aunque en menor proporción, lo que se denominó “corredor amarillo”; pero el PRI, de la mano del Grupo Atlacomulco, seguía pesando en el resto del estado. 

En la elección de gobernador de 2005, en la que resultó ganador Enrique Peña Nieto, la votación de la oposición se desplomó drásticamente: el PAN sólo ganó un distrito con sede en Tlalnepantla, mientras que el PRD consiguió retener los cinco distritos de Nezahualcóyotl. Los 39 distritos restantes los ganó el PRI.

El llamado “efecto López Obrador” llegó al Estado de México en los comicios municipales de 2006, y logró que el PRD, en alianza con el PT y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano), ganara nueve de los 20 ayuntamientos más poblados, arrebatando al PRI los emblemáticos Ecatepec, Chalco y Valle de Chalco, y al PAN, Metepec. El blanquiazul mantuvo seis municipios del llamado “corredor azul”, y el PRI se quedó con cinco, entre ellos Chimalhuacán. Sin embargo, en la elección de alcaldes de 2009, el PRI volvió por sus fueros en los 20 municipios principales al quedarse con 19, con lo que eliminó literalmente a los corredores azul y amarillo. Sólo dejó Zumpango en manos del PAN.

El dominio priista se reafirmó en la elección para gobernador de 2011, en la que Eruviel Ávila Villegas se alzó con la victoria. El PRI ganó los 45 distritos electorales del estado y borró del mapa a toda la oposición.

Para la elección de alcaldías en 2012, el PRI se quedó con 16 de los municipios más poblados, mientras que el PAN sólo ganó Atizapán de Zaragoza; el PRD se quedó con Nezahualcóyotl y Valle de Chalco, mientras que la coalición PT-MC obtuvo Texcoco con la postulación de Delfina Gómez Álvarez.

En 2015, tras obtener el registro como partido político, Morena ganó nuevamente el municipio de Texcoco; el PAN recuperó Naucalpan y Huixquilucan y refrendó el triunfo de tres años atrás en Atizapán; el PRD retuvo Nezahualcóyotl y Valle de Chalco, y el PRI se quedó con los otros 14 municipios más poblados. 

El avance de Morena y la reagrupación de partidos

La elección para gobernador de 2017 ha sido la más disputada en la entidad y, por primera vez, el PRI vio seriamente amenazada su hegemonía. Aunque Morena quedó en segundo lugar y alegó fraude, incrementó significativamente su votación: de los municipios más poblados, ganó en 14, entre ellos Ecatepec y casi la totalidad del otrora “corredor azul”, salvo Huixquilucan, donde triunfó el PRI junto con Toluca, Chimalhuacán, Nicolás Romero y La Paz. El PRD se impuso en Valle de Chalco y Nezahualcóyotl, mientras que el PAN, por primera vez en 20 años, no ganó en ninguno de los principales municipios, con el peor resultado en su historia en la entidad.

Para la elección municipal, concurrente con la presidencial de 2018, Morena ganó en 16 de los 20 municipios más poblados, como Ecatepec, Toluca y la mayor parte de lo que fuera el “corredor azul”. La alianza Por México Al Frente, integrada por el PAN, PRD y MC, hizo lo propio en Nezahualcóyotl y Huixquilucan, mientras que el PRI se impuso en Chimalhuacán e Ixtapaluca.

Hasta ese momento los números indicaban que Morena había sentado sus reales en la entidad más poblada del país; sin embargo, para la elección municipal de 2021 los partidos de oposición PRI, PAN y PRD, que quedaron seriamente disminuidos tras los comicios de 2018, se reagruparon y conformaron la alianza Va por México, con la cual recuperaron una parte importante de los municipios mexiquenses perdidos tres años atrás. 

De los 20 más poblados obtuvieron 10, entre ellos todos los que conformaban el “corredor azul”, mientras que la alianza encabezada por Morena se quedó con los restantes, entre ellos los dos más poblados, Ecatepec y Nezahualcóyotl. Del total de los 125 municipios, Va por México se quedó con 77 y Morena obtuvo 30. 

Posibles escenarios, programas sociales y árbitro cuestionado

Los programas sociales también podrían influir en el votante en este proceso electoral y a ello le apuestan ambos bandos en disputa. 

De acuerdo con un reportaje de Milenio, el gobierno federal, a través de los llamados “Siervos de la Nación” de la Secretaría del Bienestar, intensificó el ritmo de afiliación a sus principales programas, como la pensión para adultos mayores y personas con discapacidad, apoyos para madres solteras, las Becas Benito Juárez y Jóvenes Construyendo el Futuro. Hasta diciembre del año pasado, dichos programas sumaban 2.9 millones de afiliados, cifra mayor al número de votos obtenidos por el actual gobernador, Alfredo del Mazo. El 51 por ciento de los beneficiarios se localizan en los 77 municipios gobernados por la oposición, entre los que destacan Toluca, Naucalpan y Tlalnepantla. En caso de que Morena conquiste alguno de estos tres municipios, una victoria de Delfina Gómez es altamente probable. 

Por su parte, el gobierno del Estado de México incrementó durante el segundo semestre de 2022 en 21 por ciento (325 mil en términos absolutos) el número de beneficiarias de su principal programa social, conocido como Salario Rosa, principalmente en los municipios de Ecatepec, Nezahualcóyotl, Texcoco e Ixtapaluca, hoy en manos de Morena y que resultarán de la mayor importancia para que la alianza Va por México y su candidata, Alejandra de Moral, puedan recortar la brecha que hoy los separa de Morena en las encuestas de opinión.

En entrevista para Infobae, Bernardo Barranco Villafán, exconsejero electoral del IEEM, quien fue sumamente crítico con la actuación del órgano electoral en los comicios de 2017, consideró que aun cuando la ventaja de Delfina Gómez es amplia en los sondeos, la elección podría cerrarse e incluso definirse en tribunales. 

Al hablar sobre su más reciente libro, El regreso al infierno electoral, aseguró que el Grupo Atlacomulco, aunque disminuido, aún tiene el poder suficiente para ser “una máquina de ganar elecciones” y agotará todos los recursos a su alcance para hacer ganar a Alejandra del Moral; asimismo, admitió que el gobierno federal también empleará su poder para impulsar a Delfina Gómez, por lo que ambas candidatas contarán una estructura que las respalde, aunque la de la morenista luce más poderosa.

Sin embargo, Barranco vaticina que el IEEM y TEEM no serán factor de equilibrio que garantice una elección limpia, imparcial y equitativa, ya que, en su opinión, están prácticamente capturados por priistas y sus decisiones estarán inclinadas a favorecer a Del Moral en caso de una elección cerrada. Aun si alguna de las aspirantes gana por amplio margen, supone que es probable que la otra impugne. Lo que es un hecho es que el PRI y sus partidos aliados deberán jugarse el todo por el todo para sobrevivir ante un Morena que buscará a toda costa alargar su permanencia en el gobierno federal. Para los objetivos de ambos bandos la elección en el Estado de México será clave.

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