Una vez pasada la avalancha de anuncios y comerciales sobre el 5º informe de gobierno se puede ver con claridad que por más que se inventen cifras, datos y se repitan mentiras, la realidad es otra. Resulta vergonzante cómo el gobierno federal y el presidente de la república se afanan en difundir verdades a medias o datos del todo falsos, como si ello hiciera cambiar la realidad del país. Ya son cinco años los que lleva esta administración y por más que se continúe culpando al pasado, es evidente que la incapacidad de este gobierno es monumental.
La violencia e inseguridad, las desapariciones forzadas, el aumento de la pobreza extrema, el desastre en salud y educación, a la par de obras faraónicas inconclusas, inútiles y que ya llevan un sobre costo de más del 100%, son muestra del desastre en el que nos ha metido este gobierno. Aquí los datos.
Con respecto a la violencia e inseguridad, la asociación civil Causa en común refutó los datos del 5º informe de gobierno, explicaron que las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), sólo muestran los delitos que cuentan con carpeta de investigación, sin embargo, éstos sólo son 7 de cada 100, de esta manera, no se contabilizan el 93% de los delitos cometidos y que no son denunciados.
De enero a julio de este 2023, se reportaron 17,598 víctimas de homicidio doloso, 513 víctimas de feminicidio, 464 víctimas de secuestro; 6,423 víctimas de extorsión; 170,488 casos de violencia familiar y 52,738 casos de narcomenudeo. No obstante, la cifra que muestra rotundamente el fracaso de esta administración en la materia, es que en los 57 meses que lleva el actual gobierno federal, los homicidios están por alcanzar la cifra de 165 mil; a ellos que tanto les gusta decir que hacen historia, pues aquí sí lo lograron, es la cifra más alta en la historia registrada en nuestro país.
Y de las personas desaparecidas ni hablar, esta misma organización informa que la cifra supera las 44 mil personas, lo que significa que en este gobierno se supera en 10 mil los casos reportados con Peña Nieto y se duplican los casos de la administración de Felipe Calderón. Nadie niega que el problema es añejo y ya era bastante grave, pero el gobierno federal en lugar de revertir el problema, lo ha acelerado, se trata de una verdadera tragedia. Y si a eso aunamos la cerrazón presidencial para recibir a grupos de madres buscadoras, estamos ante una situación aberrante.
Respecto la supuesta reducción de la pobreza que tanto cacareo el presidente, cuando los especialistas se dieron a la tarea de analizar las cifras, se mostró que la situación era muy diferente. El presidente celebró el mes previo a su 5º informe datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en el que supuestamente se había dado una reducción de la pobreza de 8.9% de 2018 a 2023, pasando de 55.7 a 46.8 millones de mexicanos en esa condición y una reducción de 0.1%, del 7.2 al 7.1%, en pobreza extrema.
Sin embargo, el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, informó de un “Modelo estadístico para dar continuidad a los porcentajes de pobreza”, usado para comparar la pobreza a lo largo de los años, en el cual el sociólogo Fernando Cortés y otros investigadores de la UNAM, concluyeron que la pobreza en México sólo bajó de 41.9 a 41.8 y en el caso de la pobreza extrema, aumentó en más de 2 millones de personas. De esta manera queda claro que la política de “regalar dinero” no ha demostrado ser eficiente y mucho menos suficiente para reducir sustancialmente la pobreza en nuestro país, pues a pesar de que se han destinado cantidades ingentes a programas sociales, éstos han sido aplicados en el marco del populismo electorero del régimen, por lo que sus resultados en esta materia son nimios.
En el rubro de educación, ¿qué decir después del desastre de los libros de texto gratuitos y la supuesta “Nueva Escuela Mexicana”? ¿Con qué cara el presidente se atreve a presumir algo en esa materia cuando al inicio de su administración eliminó la evaluación de los alumnos y los maestros? El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) dio a conocer un análisis que realizó el cual muestra que de 2016 a 2022 el porcentaje de hijos con menos estudios que sus padres aumentó. En 2016 el 72.3% de jóvenes reportaba tener un grado de estudios superior al de sus padres, pero para 2022 éste había descendido a 68.2%.
La mejor muestra de que las becas son entregadas con fines electoreros es que en este mismo estudio se muestra cómo en 2016, el 34% de las ayudas gubernamentales eran recibidas por el quintil de la población con menos nivel educativo, mientras el 18% eran entregadas al segmento con más estudios. Pues para 2022 esto se había invertido, pues el quintil con mayor rezago educativo sólo recibió el 8% de los apoyos, en tanto el sector con mayor nivel de estudios, obtuvo el 22%, es decir, los estudiantes que más requerían los apoyos del gobierno, dejaron de obtenerlo.
En materia de Salud es mejor no hablar, pues a pesar del gravísimo problema de escases de medicamentos, de haber dejado a la niñez con cáncer sin sus tratamientos, del fracaso del extinto INSABI y la criminal gestión de la pandemia de COVID, el presidente se atrevió a decir en su informe que “vamos a entregar un buen sistema de salud pública”, lo cual falta por completo a la verdad, y lo sabe. Lleva años prometiendo un sistema de salud de primer mundo, como el de países del norte de Europa y lo que tenemos es una tragedia. Incluso ahora que se acerca el invierno y el gobierno debe proteger a la población de las nuevas variantes de COVID, la secretaría de salud no cuenta con vacunas actualizadas.
En fin, podríamos continuar en cada área de la administración pública, pero cerremos con lo más escandaloso: sus mega obras inútiles y la contratación de duda pública para tratar de “blindarlas”.
Una vez que las y los mexicanos han olvidado su discurso pronunciado en su 5º informe, el presidente envió el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2024 (PEF2024), en el cual prevé gastar 4.9% más de los ingresos que tendrá, ¿cómo lo hará?, contratando deuda pública, otra de sus mentiras, pues ya había dicho esto no sucedería. Así, el déficit fiscal que prevé el paquete económico para el próximo año, es el más alto desde 1989.
¿Y para qué quiere el dinero? Claro, para sus mega proyectos. El Tren Maya inicialmente en 2020 se dijo costaría 156,000 millones de pesos, pero costará tres veces más; pues en el PEF 2024 se prevé inyectarle 120,000 millones adicionales, lo que sumaría en total 480,000 millones de pesos ¡y sigue sin concluirse! El caso de la refinería Dos Bocas, con lo presupuestado en el proyecto PEF2024, terminará costando el doble o poco más, como lo reconoció el mismo secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, pues inicialmente costaría 8 millones de dólares (mdd) y se prevé un costo final de entre 16 o 17 mdd. Refinería de la que el presidente dijo en su informe ya había empezado a refinar, otra mentira monumental.
Como puede verse con datos reales, los resultados del gobierno encabezado por López Obrador son pésimos, no obstante, ese alud de cifras y cuentas alegres no cambian en lo más mínimo el enorme fracaso de este gobierno, no cambian el ´otro informe´, el que nos revela la realidad. Parece que lo único positivo que se vislumbra a la distancia, es que al actual gobierno ya sólo les queda un año.
Autor
Socióloga, feminista, actual secretaria nacional de Asuntos Electorales y Politica de Alianzas del PRD
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