La construcción política del Nuevo Aeropuerto de México cambia de manos. El proyecto de infraestructura nacional más importante del actual sexenio, y de varios más, se endosa a Andrés Manuel López Obrador.
Cancelar la construcción de la nueva terminal aérea ha sido un símbolo más en el mensaje de López Obrador sobre la transformación nacional y la austeridad republicana.
Detener y, por tanto, indemnizar los contratos, reemplazar con una ampliación de la base militar en Santa Lucía y conservar el actual aeropuerto fue bandera; otras, vender el avión presidencial, viajar en líneas comerciales (¿Junto con veinte miembros de su ayudantía?). O no vivir en Los Pinos y podar altos salarios oficiales, adelgazar generosos presupuestos de otros poderes del Estado; 5 mil mdp en el Judicial y, por lo pronto, mil 500 mdp en el Senado, fueron y son consignas altamente rentables.
Recortes y austeridad avanzan entre aplausos generalizados. La nueva arquitectura institucional deberá mostrar con el paso del tiempo mejores resultados. Proyectos de infraestructura como el Tren Maya (¿Sin consulta popular?), una refinería en Tabasco o el Paso del Istmo, aún no aprueban exámenes financieros sobre su viabilidad y rentabilidad; pero el Nuevo Aeropuerto, es otra nave.
El financiamiento mixto de esta megaobra, 30 por ciento de dinero público y 70 proveniente de inversionistas privados, y un régimen cada vez más generalizado de concesiones, pone al NAIM en otra lógica; el proyecto es viable y, a largo plazo, rentable. Sin duda se debe meter lupa, cuidar detalles, contratos, la periferia económica del desarrollo; pero de que vuela, vuela.
Por lo tanto, el análisis del equipo de Javier Jiménez Espriú, próximo titular de la SCT, el que hagan los ingenieros de México y las consultas técnicas y populares persiguen un objetivo claro: tatuar al NAIM las siglas AMLO; adueñarse de la paternidad política e histórica de una infraestructura sin igual.
Mundial de Robótica en México Hoy se inaugura la segunda edición del The First Global Challenge en la Arena Ciudad de México. Evento que busca inspirar a jóvenes de México y del mundo a ser líderes, a innovar en ciencia y tecnología.
Competencia de robótica global que será inaugurada por el Presidente Enrique Peña Nieto junto con Ricardo Salinas Pliego. Participan más de mil 300 estudiantes de nivel secundaria y preparatoria de 195 países con un objetivo común: enfrentar el desafío del “Impacto Energético” con robots creados por ellos mismos.
El equipo mexicano, apoyado por Fundación Azteca, de Grupo Salinas, está conformado por cinco estudiantes de Chihuahua y la Ciudad de México. En la primera edición del The First Global Challenge, en Washington, México obtuvo el tercer lugar.
La gran final del The First Global Challenge será el próximo sábado 18. Ya le contaré cuál equipo nacional aplicó de forma más eficiente sus habilidades tecnológicas en pro de reducir el “Impacto Energético” en el mundo.
Este artículo fue publicado en La Razón el 16 de agosto de 2018, agradecemos a Carlos Urdiales su autorización para publicarlo en nuestra página.