Para que la democracia funcione, es necesaria la participación política de la ciudadanía, sin el enrolamiento activo de las personas en los procesos políticos y en las desiciones que afectan a su comunidad, no podemos hablar de democracia. Es necesario que los ciudadanos no se queden fuera de la toma de decisiones gubernamentales,, que tienen implicaciones directas en su calidad de vida y la de sus familias.
La participación ciudadana se logra por diversas vías, desde salir a votar el día de la jornada electoral, hasta involucrarse activamente en la defensa de causas, participar en protestas en las calles o digitales, debates públicos, o incluso el cabildeo.
El 26 de junio quedó conformado el Frente Amplio por México, un esfuerzo sin precedentes para reunir a partidos políticos con vocación democrática y ciudadanía en un solo espacio representado en la figura jurídica de Frente político, la inteción de este frente, no es otra más que elegir a quien coordinará esta unidad de la ciudadanía y del PAN, PRI y PRD, de cara al proceso electoral 2024.
La creación del Frente Amplio por México, a solicitud de organizaciones de la Sociedad Civil, es una vía de participación ciudadana y de fortalecimiento democrático en México. En este ejercicio, se procura una estrecha acción conjunta de la ciudadanía y los partidos políticos.
La inclusión de los ciudadanos en los procesos de deliberación y elección de los partidos políticos, ha sido una demanda reiterada, se ha convertido en un lugar común la expresión “los partidos se alejaron de la ciudadanía”, provocando que su verbalización constante se impongan a una reflexión más enriquecedora.
Existen esfuerzos por propiciar el acercamiento entre sociedad y partidos, pero sin duda, no han sido suficientes, la percepción generalizada es que van por caminos diferentes. La Constitución establece que los partidos políticos, son “entidades de interés público” que tienen como finalidad principal promover la participación del pueblo en la vida democrática. Creo que es justo preguntarnos si los partidos están cumpliendo con el mandato constitucional y si la ciudadanía lo exige de manera seria y propositiva.
Pareciera que estamos hablando de dos mundos que suelen encontrarse en los procesos electorales, no tienen muy buena relación, se despiden y se vuelven a encontrar en próximo proceso electoral. No se ha desarrollado un modelo de trabajo conjunto exitoso que propicie la búsqueda de objetivos comunes y colaboración permanente y fructífera.
Sin duda alguna, la oportunidad que el método del Frente Amplio por México ofrece, puede sentar las bases para que, de ahora en adelante, las decisiones más importantes de los partidos políticos, como la elección de la candidatura presidencial, sea tomada en conjunto con los ciudadanos, ¿la sabrá aprovechar la ciudadanía?.
Nuestra experiencia en este proceso, arroja varias reflexiones.
La exigencia de participación en los procesos políticos de los partidos se limita a ciertos sectores de la sociedad, aunque es creciente el interés de más ciudadanos en involucrarse.
Por otro lado, la ciudadanía se encuentra en un permanente aprendizaje, se acerca más a la información y al conocimiento de las vías para participar y ser incluida, para tal efecto, es evidente el creciente interés por conocer más de los procesos legislativos, de las facultades de los tres poderes, de las autoridades locales, de las decisiones trascentales de la SCJN, de los organismos autónomos, de los derechos humanos y de su papel en la comunidad.
Gracias a elementos que se puede constituir como herramientas poderosas, es posible potenciar la inclusión de la ciudadanía en los procesos políticos. Hablo de la tecnología y las redes sociales, las cuales, han revolucionado la forma en que los ciudadanos participan en política. Plataformas digitales permiten la comunicación instantánea y el acceso a información diversa, lo que facilita la organización de movimientos y protestas. Las iniciativas en línea, como peticiones y encuestas, ofrecen a los ciudadanos una vía directa para expresar sus opiniones y demandas a los líderes políticos. Además, la era de la información ha empoderado a los ciudadanos a través de la vigilancia y la denuncia de la corrupción y el abuso de poder, obligando a los gobiernos a ser más transparentes y responsables.
El frente Amplio por México, recurrió a la participación ciudadana, mediante una plataforma que permitía registrar apoyos a favor de aspirantes a coordinar dicho Frente, así como el registro de datos para conformar un padrón ciudadano. La plaforma presentó problemas durante varios días, pero también detectamos, que muchas personas no se pudieron registrar, al no estar familiarizados con este tipo de ejercicios digitales, al no tener dominio de sus teléfonos inteligentes y no sentirse atraídos por un proyecto que ponía de por medio la tecnología.
La experiencia que el Frente Amplio Por México ofrece, es de una riqueza digna de ser estudiada con más amplitud. Constituye un primer ejercicio nacional, que hace uso de la tecnología, abre las puertas a la ciudadanía, nace de la exigencia de la Sociedad Civil a los partidos políticos, se relaciona con el despertar ciudadano provocado en los últimos meses, exige compromiso y altura de miras de todos, capacidad para aprender y mucha tolerancia. Incluye a ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos y aspirantes a encabezar el esfuerzo conjunto.
Sin duda, se generarán más reflexiones, vamos construyendo sobre la marcha. Vendrán muchos textos que sigan alojando nuestras experiencias y habrá millones de mexicanos que contarán cómo vivieron este proceso.
Se hace democracia al andar…