El miércoles 11 de mayo publiqué en etcétera un artículo llamado “El periodismo bananero de Animal Político”, en el cual considero que no tiene utilidad pública una nota que dicho portal informativo difundió (cuántos mangos le regaló Javier Duarte al Presidente Enrique Peña Nieto).
El texto no pasó desapercibido para los colaboradores y lectores de Animal Político, quienes, entre memes y comentarios ad hominem, trataron de minimizar la crítica, misma que incluso generó un debate muy provechoso entre uno de los articulistas en común de Animal Político y etcétera, Luis Castrillón, y su servidor.
La tarde del jueves, Darío Ramírez, expresidente de la organización Artículo 19, hizo un comentario respecto a mi trabajo en el programa El Weso, que se transmite en el 96.9 FM, en su sección “Tribuna mediática”, calificándolo como “un texto mal escrito” y que no tenía ningún interés periodístico o de crítica sino simplemente era “mala leche”.
Luego de escuchar estas descalificaciones, me contacté, vía Twitter, con uno de los conductores de dicha emisión, Enrique Hernández Alcázar, para ejercer mi derecho de réplica. Inmediatamente accedió y yo podría rebatir el comentario de Ramírez el día viernes, alrededor de las 18:15 horas (casualmente, por esos días el señor Ramírez exigía el derecho de réplica para Animal Político en Televisión Azteca).
El viernes 13, aproximadamente a las 16:15 horas, Hernández Alcázar se comunicó conmigo para cambiar la hora de la réplica a las 19:35 horas. Accedí sin ningún contratiempo e incluso, sabiendo la hora exacta de mi participación, programé el siguiente tuit: “En unos minutos haré un comentario en el @elwesomx sobre lo que dijo @Darirmrs de un artículo que publiqué en @revistaetcetera”.
El mensaje fue retuiteado por la cuenta oficial de El Weso y en éste etiquetaba a Darío Ramírez para que supiera que haría mi réplica (él no etiquetó ni a la revista ni a su servidor cuando criticó mi trabajo el jueves).
A las 20:00 horas, sin cortinillas y con una canción, con una cápsula sobre Metepec, El Weso terminó sin que pudiera ejercer mi derecho de réplica. Me comuniqué con Hernández Alcázar para saber qué sucedió y me afirmó que este lunes podría hacer mi participación ya que habían hecho una transmisión urgente al municipio mexiquense (en realidad, fue un infomercial). El lunes 16 de mayo nadie del programa se comunicó conmigo.
Lamento mucho esta situación. Entiendo que el caso no es precisamente coyuntural, que soy joven y la experiencia que me precede es mínima, pero ello no implica que se burlen así de mi persona y menosprecien a la revista. Más aún: que me den por mi lado.
¿No era más fácil simplemente decir no?, ¿cuánto costaba la atención?, ¿dónde queda el profesionalismo?
A pesar de todo ello, lo central en esta situación es la aclaración que yo quería hacer en el programa radiofónico, simplemente dar a conocer al público de El Weso, y de igual manera a Darío Ramírez (por si lo desconoce), un hecho que no fue mencionado en el “Tribunal medíático” y el cual podría cambiar la percepción de “mala leche” que pudiera tener mi texto:
A raíz de la publicación de “El periodismo bananero de Animal Político”, el director de dicho portal, Daniel Moreno Chávez, publicó en su Facebook mi artículo, lo que ocasionó que Luis Castrillón hiciera un comentario en contra del mismo.
En la opinión de Castrillón, donde argumenta por qué no está de acuerdo con mi texto, estamos etiquetados Moreno Chávez, el director de etcétera, Marco Levario Turcott, y su servidor. Yo respondí a su exposición en lo que se volvió un debate provechoso (que se puede consultar en este portal), del cual fueron testigos varios colaboradores (en común y no en común) de ambos medios de comunicación.
Del debate resalto dos comentarios del señor Moreno Chávez: el primero es que reconoce que la nota que critico sólo es “curiosa” y por otra parte afirma que, contrario a lo que muchos opinaban, él no veía una segunda intención en mi texto más que la crítica misma.
Entiendo perfectamente que la cabeza de mi artículo pudiera malinterpretarse pero creo que si el propio director de Animal Político no vio “mala leche” entonces simplemente se trata de descalificar una crítica (misma que detallo en mi participación en el debate que referí).
Respeto los comentarios críticos y bien expuestos como el de Castrillón, pues abonan en la misión principal de etcétera: la crítica y la autocrítica a los medios de comunicación y el periodismo, el debate de los principios éticos y deontológicos bajo los cuales debemos regir nuestra profesión día con día, y mismos que deben analizarse y desconstruirse constantemente porque, a diferencia de lo que muchos creen, los periodistas no somos perfectos ni lo sabemos todo ni mucho menos podemos levantarnos en la mañana pensando en que ejerceremos este trabajo de la misma forma que ayer.
En etcétera no criticamos desde una posición de superioridad moral o profesional porque también nos equivocamos. Pero sin duda exponer la inutilidad pública de una nota no es descalificar a todo un medio, ni “mala leche”, sino recordar cuál es la razón de ser del periodismo: una labor social para acercar e interpretar el mundo y lo que acontece en éste para nuestros lectores.
Nota: Alrededor de las 19:45 horas, el productor de El Weso, Salvador Zaragoza, se comunicó a etcétera para que pudiera ejercer mi derecho de réplica.
