viernes 22 noviembre 2024

En camino hacia la felicidad

por Mariana Moguel Robles

Sócrates fue maestro de Platón, y Platón fue maestro de Aristóteles. En la obra de estos tres grandes filósofos griegos de la Antigüedad se asienta el pensamiento occidental.  Aristóteles es considerado el primer investigador científico en el sentido moderno de la palabra. Para el pensamiento aristotélico, la noción de bienestar está indisolublemente ligada a la de felicidad; los recursos materiales son medios, no fines; la verdadera felicidad del hombre está en su actividad contemplativa. 

Las sociedades modernas están orientadas hacia la búsqueda del Estado de Bienestar, en ellas se garantiza la paz, la integridad de sus ciudadanos y sus propiedades; el crecimiento económico y la creación de empleos son dos de sus estrategias para terminar con las condiciones de pobreza de sus ciudadanos; las leyes sociales tienen, esencialmente, el objetivo de terminar con la necesidad. 

Factores como la estabilidad política son determinantes para construir un país de bienestar, en el marco de la igualdad social y el derecho a un mejor nivel de vida de los individuos.  

Dinamarca, Suiza y Finlandia son sólo algunos de los países con los mejores índices de calidad de vida. En ellos se han cubierto, prioritariamente, las necesidades básicas de sus ciudadanos y se siguen generando oportunidades de desarrollo, lo que se traduce en progreso social. 

Cabe aclarar que no sólo se trata de satisfacer las necesidades humanas elementales de sus ciudadanos, sino también de construir los pilares que garanticen la continuidad de esa calidad de vida y la creación de condiciones para impulsar al máximo el potencial social.

El Índice de Progreso Social mide y compara la calidad de vida de las sociedades —debemos tomar en consideración que esto es muy difícil y subjetivo—; este índice toma en cuenta las tres dimensiones antes mencionadas: satisfacción de las necesidades humanas básicas, mantener el bienestar y generar oportunidades. 

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), impulsó su propio Índice para una Vida Mejor: “Es una herramienta en línea que anima a la población a medir el bienestar según aquello que consideren más importante. Este índice interactivo del bienestar se propone hacer participar a los ciudadanos en el debate sobre el progreso de la sociedad”.

“México ha progresado en gran medida en la última década en la calidad de vida de sus ciudadanos, especialmente en las áreas de educación, salud y empleo. No obstante, México se encuentra en una posición baja en buena parte de los temas del Índice para una Vida Mejor”. 

De acuerdo con los resultados de este índice basado en la consulta en línea, en México la Satisfacción ante la vida, la Educación y la Salud son los temas que tienen mayor importancia (se realizaron 629 encuestas de usuarios mexicanos). 

México ocupaba —en la fecha de realización de la encuesta— el décimo lugar por el número de visitas al sitio del Índice para una Vida Mejor, con más de 38 mil 600. Las principales ciudades de nuestro país por el número de visitas fueron: Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Aguascalientes, Querétaro, Toluca, San Nicolás de los Garza, San Luis Potosí y Cuernavaca.

Según el índice de la OCDE, en el rubro Satisfacción ante la vida: “En general, los mexicanos están más satisfechos con su vida. El 85% de las personas dicen tener más experiencias positivas en un día normal (sentimientos de paz, satisfacción por sus logros, gozo, etc.) que negativas (dolor, preocupación, tristeza, aburrimiento, etc.). Esta cifra es mayor que el promedio de la OCDE de 80%”. Cabe subrayar que estas conclusiones comprenden el periodo de mayo de 2011 a mayo de 2013. 

En la última actualización del índice a nivel global (informe publicado en 2017), México obtuvo una calificación promedio de 3.4 entre los países evaluados. Sus resultados fueron variados en once temas. Destacan, entre otros, Vivienda: Estados Unidos fue el mejor calificado con 7.9, y México obtuvo una calificación de 3.9. Empleo: el país mejor evaluado fue Islandia con 9.7; México obtuvo una de sus calificaciones más altas con 6.1. Medio ambiente (calidad del aire y del agua): Noruega e Islandia fueron los países mejor calificados con 10.0 y 9.7, respectivamente; México obtuvo 5.7, sobre Brasil, Chile, Grecia y Rusia. Compromiso cívico: México obtuvo el tercer lugar con un puntaje de 6.6, detrás de Australia y Bélgica con 8.6 y 7.1, respectivamente; en México, la participación electoral fue del 63.1% de las personas registradas y el nivel de participación de los interesados en la elaboración de regulaciones fue de 3.5 (en una escala de 0 a 4), la cifra más alta de la OCDE cuyo promedio es 2.4. En Salud: Los países con el puntaje más alto fueron Nueva Zelanda y Canadá con 9.6. La calificación de México fue 6.1 (la esperanza de vida de los mexicanos se había incrementado a casi 75 años). En cuanto al rubro Satisfacción (felicidad de los ciudadanos sobre su vida en conjunto): México obtuvo 5.0 de calificación. Noruega recibió 10.0, y Suiza 9.9. 

Ante este escenario, cabe preguntarnos si los mexicanos seguimos en el camino correcto para lograr el bienestar al que todos tenemos derecho y la felicidad a la que aspiramos, o si el camino fue truncado. Estos son algunos datos del pasado inmediato. Si el bienestar ya forma parte de nuestras vidas, la felicidad debe anidar en nuestro corazón y no habrá razón para seguir discutiendo o cuestionando.

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